El show no para en la política nacional. Entre una parlamentaria que se lava las manos tras un video bochornoso, un abogado que convierte el tribunal en teatro y un Congreso que sigue en modo autoparodia, las Chiquitas traen el recuento más sabroso del desatino semanal.
La poca vergüenza
Proporcional a su funesta conducta, de hacer –o, ya pues, permitir– que un empleado de su despacho parlamentario le cortara las uñas de los pies, es la réplica de Lucinda Vásquez, quien en un comunicado negó el hecho que todos hemos visto en la fotografía difundida por Cuarto Poder, bajo el argumento de que no obligó a nadie. Hay niveles de cinismo inéditos... aún para la política peruana.
Miente, miente...
Lejos de cualquier mea culpa, la congresista de Juntos por el Perú-Voces el Pueblo-Bloque Magisterial redujo todo el escándalo que la tiene como protagonista a una “venganza” por parte de un supuesto extrabajador suyo. Por supuesto, no ofreció mayores detalles, ni siquiera el nombre de alguna persona que luego pudiera refutarla. Patas cortas tienen las mentiras, dicen.
Férrea finta
Ya que hablamos del Legislativo, bien podemos mencionar a quien ahora lo presidente, Fernando Rospigliosi. Por supuesto, todos sabemos que Fuerza Popular rechaza que así sea, pues quiere despercudirse del pasivo que deja este nefasto Parlamento. Por ello, la oficina de prensa del Parlamento, cuando menciona a Rospigliosi, coloca el rótulo: vicepresidente encargado de la Presidencia del Congreso. ¿Nos la creemos?
Triste circo
En la audiencia de ayer por el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, al bien vacado expresidente le robó el show Raúl Noblecilla, abogado de la expremier Betssy Chávez. Y es que debido a sus constantes faltas de respeto, el tribunal no solo lo expulsó de la sesión, también ordenó su suspensión por dos meses en el ejercicio de la profesión. El que la sigue...
Rebelde sin pausa
Pero Noblecilla no se retiró sin antes demostrar baja estofa. Alterado, le replicó a la sala: “Nos volveremos a ver en democracia”. Incluso también se refirió a la magistrada Norma Carbajal, a quien le dirigió una frase que sonó mucho a amenaza: “Nos volvemos a ver, señorita Carbajal”. Huelgan comentarios.
Merecido trato
Dado que Noblecilla no dejaba de ofrecer un patético espectáculo, pese a que el colegiado le pedía amablemente que se retirara y que “tenga educación”, tras la amenaza a la jueza la sala procedió a llamar a la Policía para sacar al abogado, quien entonces dejó de lado toda rebeldía y se retiró del recinto sin más aspaviento. No es lo mismo llamar al león que verlo venir.
Se complica
En paralelo, el Poder Judicial decidió incorporar a la Procuraduría General como actor civil en la investigación preparatoria que afronta el exministro de Defensa, Walter Ayala, por el Caso Ascensos. El golpista Castillo ha embarrado a todo su entorno.





