El reconocido artista ecuatoriano Olmedo Quimbita llega a la capital peruana con su exposición “Destellos de luz”, una muestra que reúne 20 obras en óleo y acrílico donde la ternura humana, la energía espiritual y el cromatismo andino se funden en un lenguaje visual lleno de simbolismo.
La exposición puede visitarse en el Museo de Minerales Andrés del Castillo – MAD Gallery (Jirón de la Unión 1030, Centro Histórico de Lima) hasta el 31 de octubre, de 10 a.m. a 7 p.m.

En esta nueva propuesta, Quimbita explora la dualidad entre la fuerza y la dulzura, elementos distintivos de su obra. “Pinto la luz andina y la tropical. Pinto el mundo que me ha rodeado, retratando la belleza de la familia, de los niños, de las madres… y ahora, de los toros enternecidos”, expresó el maestro, conocido por su capacidad para capturar la armonía entre forma, color y emoción.
La directora del MAD Gallery, Diana Godoy, destacó la relevancia de esta exposición en el panorama artístico regional:
“La fuerza del animal se transforma en mansedumbre, la bravura se convierte en ternura. Es una obra cargada de sentimiento familiar y humano, con la cromática andina de alguien que nació en las montañas ecuatorianas y que hoy conecta con el alma del Perú”.

Un universo de luz, color y memoria
“Destellos de luz” invita a los visitantes a recorrer un universo figurativo donde figuras humanas y animales se entrelazan en composiciones que evocan tanto la energía como la serenidad de la vida andina. “Somos seres duales, geométricos, de rostros azules y anaranjados como la naturaleza, alimentados por la fantasía”, explica Quimbita.
Nacido en Latacunga (Ecuador) en 1963, el artista inició su carrera en la década de 1980 y ha expuesto su obra en América, Europa y Asia. Su trabajo ha sido aclamado por reflejar la identidad cultural latinoamericana desde una mirada íntima, poética y universal.
Con esta exposición, Quimbita ofrece un espacio de contemplación donde la memoria, la naturaleza y la emoción convergen en una misma paleta, recordando que la luz —como la esperanza— siempre encuentra la manera de perdurar.