El renombrado chelista estadounidense Julian Schwarz ofrecerá un imperdible concierto en el histórico Teatro Municipal de Lima, este martes 5 de agosto.
El renombrado chelista estadounidense Julian Schwarz ofrecerá un imperdible concierto en el histórico Teatro Municipal de Lima, este martes 5 de agosto.

Este martes 5 de agosto, Lima tendrá la oportunidad de disfrutar por primera vez el renombrado chelista estadounidense Julian Schwarz, quien ofrecerá un imperdible concierto en el histórico Teatro Municipal de Lima, el próximo martes 5 de agosto. El programa incluirá dos de las obras más emblemáticas del repertorio para violonchelo: el Concierto N.º 1 en la menor de Camille Saint-Saëns y el Concierto en si menor de Antonín Dvořák. Correo conversó con el músico quien nos reveló que será su primera presentación en Lima y Sudamérica.

Este será tu debut en Lima. ¿Qué esperas del público limeño y qué significa para ti presentarte en el Teatro Municipal de Lima?

No solo es mi debut en Lima, sino también en Sudamérica, por lo que este evento tiene un significado muy especial para mí. Solo una vez antes tuve la oportunidad de ser el primer solista en la historia de una orquesta sinfónica (en Boca del Río, México, en 2014), así que tener nuevamente este gran honor con la nueva Orquesta Filarmónica Teresa Quesada lo hace aún más especial. He escuchado que el público limeño ama la música y posee una gran riqueza cultural. No hay mejor audiencia que aquella que aprecia el arte.

El programa incluye los conciertos de Saint-Saëns y Dvořák, dos obras emblemáticas para violonchelo y orquesta. ¿Qué te inspiró a elegirlas y qué conexión personal tienes con ellas?

Le agradezco a Alberto Menacho por la selección del repertorio para este concierto. Me permitió elegir las obras mientras me guiaba a pensar en aquellas más emblemáticas para violonchelo y orquesta. El Concierto de Dvořák es el más celebrado del repertorio, pues lleva al oyente por un viaje de descubrimiento y reflexión. Puedo sentir la nostalgia de Dvořák en la obra, tanto como su deseo de innovar con un nuevo sonido clásico estadounidense. El hecho de que alguien a quien Dvořák amaba profundamente falleciera durante la composición le añade un elemento de evocación que intento resaltar en cada interpretación.

Debutaste como solista a los 11 años, dirigido por tu padre. ¿Cómo recuerdas esa experiencia y qué impacto tuvo en tu camino como músico?

El Concierto N.º 1 de Saint-Saëns es altamente virtuoso y lleno de energía. Hasta hoy, me parece una de las obras más sublimes para chelo y orquesta. Compartir el escenario con mi padre a tan corta edad fue muy significativo, aunque en ese momento no recuerdo haber sentido mucho esa conexión, ya que estaba completamente concentrado en tocar bien. Con los años, al mejorar como músico, ahora sí puedo disfrutar cada momento al tocar con mi padre, porque puedo enfocarme en el intercambio musical con él y tocar con mayor libertad y soltura.

"Después de tantos años enseñando, realmente veo que los roles de maestro e intérprete son inseparables. En pocas palabras, la enseñanza y la interpretación se complementan mutuamente en mi vida", dice Julian Schwarz.
"Después de tantos años enseñando, realmente veo que los roles de maestro e intérprete son inseparables. En pocas palabras, la enseñanza y la interpretación se complementan mutuamente en mi vida", dice Julian Schwarz.

Provienes de una familia con una fuerte tradición musical. ¿Qué papel jugaron tu padre, tu madre y tu abuelo en tu formación artística?

Lamentablemente nunca conocí a mi abuelo, Sol Greitzer, ya que falleció antes de que yo naciera. Pero muchos años después encontré una grabación suya que sonaba muy similar a mi manera de tocar. Ese descubrimiento me hizo entender que gran parte del arte musical nace desde dentro, desde el alma, y no necesariamente solo de los maestros. Dicho esto, mi madre y mi padre me educaron muy seriamente en la música desde temprana edad, y en mi casa la música clásica era casi una religión. Estuve inmerso en la música desde niño y me enamoré de ella. Me alegra decir que sigo enamorado, y ahora intento acercar esta gran música a las nuevas generaciones, como yo tuve la suerte de vivirlo.

Te has presentado en escenarios de América, Europa, Asia y Australia. ¿Alguna experiencia en particular cambió tu forma de entender la música?

Durante una gira de recitales en China, interpreté como encore una canción popular china. La recepción de esa obra fue consistentemente entusiasta en cada ciudad. Aprendí que la familiaridad con una pieza determinada es más importante que cualquier otro factor, incluso más que la calidad de la composición o la interpretación. Uno de mis objetivos es lograr que todos tengan la oportunidad de enamorarse de las grandes obras clásicas, para que las adopten como lo harían con una melodía popular cercana.

Además de tu carrera como intérprete, también enseñas desde hace varios años. ¿Cómo equilibras estos dos roles?Después de tantos años enseñando, realmente veo que los roles de maestro e intérprete son inseparables. En pocas palabras, la enseñanza y la interpretación se complementan mutuamente en mi vida. Constantemente descubro nuevas soluciones para mi propia ejecución al enseñar a mis alumnos, y a la vez puedo usar mis conocimientos prácticos como intérprete para ayudarlos a prepararse para sus propios conciertos. Es una relación simbiótica.

En tu enseñanza, ¿cómo ayudas a los jóvenes músicos a desarrollar una identidad musical propia, más allá de las habilidades técnicas?

Mi enfoque se centra en la exploración de distintos caminos interpretativos, de manera que haya tantas opciones y abordajes creativos que mis alumnos nunca suenen igual entre sí. No impongo un estilo de interpretación, sino que abro un mundo de posibilidades para que el estudiante implemente desde su propia agencia artística. Esto exige bastante del alumno, pero creo que también los convierte en mejores docentes.

Algunos compositores contemporáneos han escrito obras especialmente para ti. ¿Cómo es colaborar en la creación de una pieza musical completamente nueva?

Esto realmente depende del compositor. Algunos prefieren trabajar en conjunto durante el proceso de composición. Otros simplemente entregan la obra terminada sin mayores indicaciones. Aprecio ambos estilos, ya que siempre podré aportar mi alma artística a cualquier obra. Lo que me encanta de tocar música nueva, al igual que la antigua, es que la interpretación evoluciona constantemente a lo largo de muchas presentaciones. Las tradiciones de una pieza nueva se están construyendo todo el tiempo, en cada etapa de su desarrollo.