A través de una novela llena de mitos entre lo fantástico y real, la escritora Laura Restrepo nos sumerge en una lectura gráfica sobre la muerte y cómo esta ha provocado grandes masacres en nuestro universo actual.
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Con la historia del dios Abismo, patrón del verdugo Misericordia Dagger, la autora nos presenta “Soy la daga y soy la herida” (Alfaguara, Penguin Random House), su más reciente ficción que aborda temas tan reales como el poder, la crueldad y la importancia de la vida en tiempos tan violentos como los que vivimos hoy.
“El libro tiene mucho de fantasía, está colocado en un terreno onírico, pero hace alusión pues a ese personaje que es Abismo, el gran tirano absoluto que decide quién vive y quién se muere; y el protagonista y narrador que es Misericordia Dagger, un verdugo cortacabezas, pero ilustrado”, detalla Restrepo a Correo.

¿Por qué escribir sobre la muerte?
Creo que este libro no se parece a mis libros anteriores, es un invento tremendo. Pienso que estamos viviendo una era de terror muy marcada, aunque no sea en carne propia, vemos otros pueblos que lo están padeciendo, lo vemos todos los días. Hay situaciones de un horror casi inconcebible, no solamente en Gaza.
¿A qué otras situaciones se refiere?
Por ejemplo, todo lo que están viviendo los migrantes en Estados Unidos es el permanente estado de pánico. Las miles de personas que están muriendo por el corte de los sistemas de ayuda humanitaria. Cuánta gente empieza a enfermarse de sida porque simplemente les cortaron las vacunas. Es decir, es como un mundo en donde la compasión humana, el respeto por la vida se terminó casi por decreto. Ese desprecio por la vida está marcando el momento que vivimos.
En ese contexto, ¿cómo nace la idea de Abismo y Misericordia?
Me parecía que era más efectivo contar la historia desde este malazo [Misericordia], que recurriera a un bueno, porque es que hoy en día a los buenos ya no les creemos.
¿Quiénes serían estos personajes en nuestra realidad?
Pues esos déspotas que mandan matar y que para quienes la vida no vale nada. Es fácil copiar el ejemplo, un Trump, un Netanyahu, ahí los tenemos, absolutamente desprovisto de cualquier recato a la hora de matar un pueblo. Más o menos ahí estaría como la metáfora del mundo contemporáneo.
Su novela es una ficción con mucho realismo...
Yo quería a Abismo, que es el déspota del autócrata absoluto, y Misericordia Dagger que es su verdugo que acata las órdenes, [pero] su dilema es matar o no matar. Entonces, de ahí sale como ese intento de ver qué género nos inventamos. Yo le puse ‘brutal noir’. Como un género de novela negra, pero donde el asesino ya no mata ni siquiera varios, sino que ordena masacres.
¿Cómo ha influenciado su profesión de periodista en su narrativa literaria?
El vicio es estar siempre mirando la realidad primero. Yo sigo investigando, hablando con la gente, haciendo viajes largos para poder empaparme de las situaciones y eso es el oficio de periodistas, preguntando a la gente, escuchándole hablar, oyendo sus historias. Mis novelas son como la capa literaria de lo que es un papel de investigación periodístico y de investigación también en los libros.
Además de investigar, ¿qué otras actividades la motivan a escribir?
Yo me la paso leyendo, es un vicio que tengo. Me gusta que en los libros se vea la influencia de otros autores. Yo creo que un escritor tiene derecho a aprender de otros. Esa pretensión de ser original a toda costa es absurda. Todo lo que uno ha escrito ya lo escribieron antes. Entonces, por qué no estar viendo qué fue lo que hicieron los grandes maestros y ver cómo uno puede hacer ese pequeño girito que te dará tu sello personal.
Entonces, ¿cuáles han sido sus referentes para “Soy la daga y soy la herida?
La novela gráfica, porque la encuentro mucho más desparpajada que la novela [convencional]. Yo tengo la impresión de que, salvo gloriosas excepciones, la novela se queda como corta, sigue hablando de un mundo que ya sentimos, que no es en el que vivimos. Mientras que la novela gráfica tiene mucho menos tabúes, la novela gráfica se mete con la violencia sin escrúpulos. A uno le sorprende lo irreverente que es.
¿Espera algún tipo de recepción particular en sus lectores?
Mira, yo creo que el único verdadero premio para un escritor es que los libros le sirvan para hacer puentes. Son una vía de comunicación, además, muy intensa. Entonces, con esta [novela] me ha llamado la atención que le gusta a la gente joven y bueno, para un escritor saltarse su propia generación y llegar a las que siguen, eso sí ya es el Premio Nobel de la Literatura.
SOBRE LA AUTORA
Laura Restrepo, escritora
Es también periodista, Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes de Bogotá con postgrado en Ciencias Políticas. Sus novelas han sido traducidas a 32 idiomas y han merecido varias distinciones.
1950 enero, en Bogotá nace la escritora colombiana.
1986 publica su primer libro “Historia de un entusiasmo”.
2025 se estrenó en Netflix la serie “Delirio”, basada en su novela.
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