En bronca y con heridos terminó el partido entre Diablos Rojos y Alianza Pisco en el estadio Teobaldo Pinillos de la ciudad costera. No fue el empate 1 a 1, sino que la jornada estuvo marcada por agresiones y terminó con jugadores heridos y hasta el robo de sus pertenencias.
Violencia desmedida
Al inicio del partido los jugadores huancavelicanos denunciaron que los hinchas contrarios detonaron un explosivo en sus camerinos.
“Esto ya no es fútbol, acaban de detonarnos un explosivo”, denunciaron al inicio del encuentro.
El partido terminó en un ataque a los huancavelicanos en plena cancha a la que se lanzaron los hinchas del Alianza Pisco y agredieron a miembros del comando técnico y jugadores del equipo rival a los que incluso patearon en el suelo.
Uno de los afectados fue el presidente del club Diablos Rojos quien mostró la cabeza rota y los labios partidos. El comando técnico del club huancavelicano, señalaba que otros tres jugadores tenían fracturas en la cabeza y contusiones múltiples.
También denunciaron el robo de sus pertenencias, entre ellos celulares y prendas de vestir. Pese a que se solicitaron garantías a la Policía Nacional, no habían suficientes efectivos para controlar el caos reinante.
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Clasifican a la siguiente etapa
De otro lado, la hinchada del Sport Machete, celebra el triunfo en el partido de vuelta sobre el equipo de Hacienda San Agustín del Callao.
El Sport machete superó a su similar de Hacienda San Martín, con 6 a 5, logrando pasar a la tercera fase.