Entre los pasillos del hospital Carlos Alberto Seguin Escobedo (CASE) de EsSalud, el desconcierto embarga a los asegurados que caminan de una ventanilla a otra preguntando cuándo podrán reprogramar sus citas médicas, así como las intervenciones quirúrgicas que ya estaban calendarizadas.
En ambos casos, la respuesta genera más desconcierto, pues todo dependerá del levantamiento de la huelga indefinida que acata el personal asistencial. Mientras tanto, aquellos que necesitan una evaluación de la evolución del mal que los aqueja y los que requieren ingresar al quirófano, tendrán que seguir con la peligrosa costumbre de esperar que está instaurada en el Seguro Social.
César Garaycochea, subsecretario del Sindicato Nacional de Médico del Seguro Social y cardiólogo del Case reconoce que la medida de fuerza afecta a por lo menos 2 mil atenciones diarias por consultorios externos en el centro hospitalario y se prolongo más la espera de aquellos que necesitan ser operados. Aseguró que en las actuales condiciones en las que trabajan, un paciente puede esperar hasta dos años para ser operado.
SITUACIÓN
Según el médico, solo en la especialidad de traumatología hay alrededor de 600 pacientes pendientes de una cirugía, que mes tras mes se ven obligados a renovar sus análisis y exámenes con la esperanza de ser atendidos. En la larga espera, los candidatos a ser operados, solo reciben medicación paliativa, mientras el dolor y las complicaciones avanzan. En algunos casos, la espera se convierte en una condena.
“Es una situación permanente y estresante para el paciente. Mientras unos logran operarse, otros se suman a la lista, por lo que el desembalse nunca se produce. Incluso hay pacientes que fallecen antes de llegar a ser operados”, reconoció el galeno tras señalar que la falta de equipos, insumos y personal especializado, sumada a la precariedad de la infraestructura es lo que agudiza el retrasa las operaciones.
Los médicos aseguran que entre sus reclamos está cambiar estas deficiencias manteniendo la autonomía en el manejo de sus recursos por lo que esperan que se derogue el D.L. 1666. A ello agregan que el manejo de EsSalud debe dejar de ser político y quienes estén inmersos en investigaciones por corrupción deben dejar de ocupar puestos claves en la administración del Seguro. “El partido de turno se adueña de EsSalud y promueve trabajadores fantasmas o adquisiciones fraudulentas. Todo eso alimenta la corrupción y debilita el sistema”, denunció.
El déficit de infraestructura se ha hecho crónico, pues no ha crecido como lo ha hecho la población asegurada. Cesar Garaycochea refirió que los hospitales de la red de Arequipa están obsoletos y al límite de su capacidad. El Hospital Obrero, fundado en 1946, supera los 80 años de funcionamiento; el Hospital del Empleado tiene más de 60; Yanahuara cumple 30, y las ampliaciones de otros locales llevan años paralizadas.
“Hace tres décadas no se construye un hospital nuevo en la región, y ahora debemos atender a más de 700 mil asegurados del sur, incluidos pacientes de Tacna y Moquegua. Cómo podemos brindar atención de calidad si no crecemos en infraestructura”, cuestionó el médico que pidio disculpas a los asegurados por a huelga indefinida que acatan desde la semana pasada. “Lo sentimos mucho, pero nuestra medida es para que ellos tengan mejores condiciones de salud y nosotros mejores condiciones de trabajo”, sostuvo.
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