Felipe VI, Rey de España llega a Arequipa por segunda vez. FOTO: Casa Real
Felipe VI, Rey de España llega a Arequipa por segunda vez. FOTO: Casa Real

El rey de España, Felipe VI, llega hoy a Arequipa por segunda vez, tras su primera visita en noviembre de 2010. El monarca arribará al aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón pasadas las 16:00 horas, para participar mañana en la inauguración del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), el evento más importante dedicado a la lengua y cultura hispana.

Su retorno marca un reencuentro con la Ciudad Blanca, a la que conoció hace quince años, cuando aún ostentaba el título de Príncipe de Asturias y visitó junto a la entonces princesa Letizia. Aquella visita, el 25 de noviembre de 2010, tuvo una duración de diez horas y se realizó a invitación del entonces presidente regional Juan Manuel Guillén Benavides, con motivo de la inauguración del Tambo de la Cabezona, una casona del siglo XVII restaurada con apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), que aportó 200 mil dólares para su recuperación.

Recuerdo de una visita histórica

A comparación de ahora, en aquella ocasión, el avión de la Fuerza Aérea del Perú que trasladó a los príncipes desde Lima aterrizó a la 1 de la madrugada. Fueron recibidos con honores de Estado y alfombra roja por la entonces vicepresidenta de la República, Lourdes Mendoza del Solar, y el presidente regional Juan Manuel Guillén.

Rey España

Los entonces príncipes llegaron a Arequipa en noviembre del 2010
Los entonces príncipes llegaron a Arequipa en noviembre del 2010

Tras el saludo protocolar, los príncipes se dirigieron al hotel Casa Andina, en la calle Ugarte, donde pernoctaron. Más tarde, visitaron el Monasterio de Santa Catalina, uno de los íconos arquitectónicos y religiosos de Arequipa. Allí, las monjas de clausura les ofrecieron un recorrido por los claustros, como el del Silencio y el de los Naranjos, y por la celda de Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, beata arequipeña venerada por su vida espiritual.

Durante la visita, la princesa Letizia aprovechó para adquirir jabones artesanales de perejil, mientras ambos degustaron un vaso de chicha arequipeña, gesto que fue recibido con simpatía por los asistentes.

Luego, la pareja real se trasladó al Tambo de la Cabezona, en la calle Puente Bolognesi, donde se inauguraron oficialmente las obras de restauración. Acompañados por autoridades locales, recorrieron los pasajes y ambientes rehabilitados del inmueble colonial, símbolo de la colaboración cultural hispano-peruana.

Banquete en la Casona del Moral

El almuerzo oficial se ofreció en la Casona del Moral, propiedad del Banco de Crédito del Perú, y reunió a un centenar de invitados. En su discurso, el entonces príncipe Felipe expresó:

Quiero dar un agradecimiento público y de todo corazón por la invitación del presidente de la República y del Gobierno Regional. Hemos gozado de la generosidad, cordialidad y esplendor de la historia y cultura arequipeñas, de la belleza de sus paisajes y monumentos. Gracias por hacernos sentir como en casa en esta tierra de la que estamos cada vez más enamorados”.

El menú, aprobado previamente por la Casa del Rey, incluyó pastel de papa con rocoto relleno, picante de camarones con arroz y choclos, y un postre de mousse de lúcuma con frutas rojas, acompañado de vinos blancos y tintos peruanos.

Durante el brindis, Felipe recordó con humor y admiración la herencia cultural de la región:

“Con este aire limpio y esta luz única, quiero recordar el llamado de Mayta Cápac cuando exclamó ‘Ari quepay’, que significa ‘quedémonos aquí’. También recordamos a los hijos del Misti, como el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa”.

El presidente regional, Juan Manuel Guillén, agradeció la visita y destacó el apoyo de España en la recuperación del Tambo de la Cabezona, “una joya arquitectónica que hoy forma parte del patrimonio turístico de Arequipa”.

Despedida con sabor arequipeño

Tras el almuerzo, los príncipes retornaron al hotel para descansar brevemente antes de dirigirse nuevamente al aeropuerto, donde se les despidió con los mismos honores de su llegada. Antes de partir, recibieron obsequios típicos: chocolates de La Ibérica y botellas de anís Najar, productos tradicionales de la región que fueron revisados cuidadosamente por el equipo de seguridad de la Casa Real antes de subir al avión.

Hoy, quince años después, Felipe VI regresa a la misma ciudad, ya no como príncipe, sino como rey para celebrar el idioma que une a España y América Latina.

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