El Monasterio de Santa Catalina de Siena es considerado una joya arquitectónica del Perú colonial y es mucho más que un monumento religioso, ya que conserva siglos de historia y fe en la ciudad de Arequipa.
En esta sección Correo te lleva de paseo, no se tuvo que caminar por horas, pues este enigmático lugar se encuentra a tan solo unos pasos de la Plaza de Armas de la Ciudad Blanca. Se presenta como una ciudad en miniatura, pues cuenta con calles, plazas, casas, patios y hasta su propio cementerio.
Fundado en setiembre de 1579, hoy, es uno de los principales atractivos de Arequipa, donde turistas locales, nacionales y extranjeros disfrutan de este patrimonio vivo.
Durante un recorrido realizado por la guía María Elena Revilla, se revela que este lugar, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, albergó a numerosas mujeres que ingresaban al monasterio desde los 13 años, y luego desde los 18. En este lugar, se formaban como monjas de clausura, entregadas a la oración, el silencio y la meditación para servir a Dios.
Para construir este lugar, se utilizó los singulares sillares blanco y rosado de la ciudad de Arequipa, provenientes de dos de sus principales volcanes; el Chachani y el Misti.


¿QUÉ PODEMOS ENCONTRAR?
En sus más de 20 mil metros cuadrados, se muestran 22 dependencias como el Patio del Silencio, el Claustro de los Naranjos o el Claustro Mayor, los cuales eran utilizadas para diferentes fines.
María Elena Revilla reveló también que se contaba con una habitación para las criadas, que eran consideradas hermanas, jóvenes de bajos recursos que apoyaban en los quehaceres de las madres.
Entre las calles, se nombra a Córdova, Granada, Toledo, Burgo, Sevilla, Málaga, entre otros. Además, se exhibe la pinacoteca, obras de la escuela cuzqueña, lavandería, etc. En este último espacio, Revilla mostró como se desarrollaban estas actividades en vasijas con un orificio. También se puede visitar la cocina, equipada con antiguos hornos de barro donde las religiosas preparaban pan y otras comidas; así como el huerto, donde cultivaban árboles frutales.









Revilla indicó que una de las características es que el monasterio presenta una arquitectura resistente. "Tiene un contrafuerte que refuerza la estructura. Es una masa sólida y es una casa resistente. Es una joya arquitectónica del valor que tiene el Monasterio de Santa Catalina", expresó.
El Monasterio de Santa Catalina está abierto al público todos los días, de 9 a.m. a 5 p.m., excepto Viernes Santo, Navidad y Año Nuevo. Además, el visitante dispone de una hora para recorrer el museo dentro del monasterio.
VIDEO EN VIVO:
