Lo que tanto se temía finalmente ocurrió. Luego que la concesión por la ruta Hiram Bingham (la única que existe para trasladar locales y turistas desde Machu Picchu Pueblo hasta la ciudadela de Machu Picchu) acabara, el servicio de buses se dejó de ofertar, dejando a miles de pasajeros varados y sin saber qué hacer para llegar hasta el santuario histórico.
La mañana de este domingo, turistas nacionales y extranjeros hicieron sus colas desde las 05:30 horas para abordar los buses que los llevarían hasta las puertas de la maravilla mundial peruana, pero se dieron con la sorpresa de que el servicio ya no se prestaría, dejándolos sin más opción que recorrer a pie los ocho kilómetros que separan Machu Picchu Pueblo de la ciudadela de Machu Picchu.
Sin embargo, el ascenso hasta la antigua ciudad inca no es fácil, es una pendiente que reviste un grado de dificultad y no es recomendado para niños pequeños ni personas adultas mayores. Muchas de estas se quedaron en la estación de buses sin saber qué hacer y bastantes optaron por no visitar Machu Picchu y regresar a Cusco.
El problema aumenta debido a que los tickets de ingreso a Machu Picchu tienen horas fijas y no intercambiables, vale decir, si uno no está a la hora de ingreso ya no puede hacerlo tiempo después, por ello, las personas que no pudieron arribar a tiempo a Machu Picchu por sus propios medios, perdieron su ingreso.
De momento la Policía organiza montar un ‘corredor turístico’ para garantizar el traslado de los visitantes hacia la maravilla mundial, se desconoce si lo harán a bordo de los buses de Consettur u otras unidades.
DESPRESTIGIO Y AFECTACIÓN AL TURISMO
Debido a esta mala administración de la única vía que lleva locales y turistas hasta las puertas de Machu Picchu, la imagen que proyecta este destino turístico al mundo, vuelve a caer, mostrando un destino sin control, sin previsión, y sobre todo con falta de respeto y empatía para con el visitante.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio del Cusco, Fernando Santoyo, declaró a Correo que la responsabilidad recae enteramente en la Municipalidad Provincial de Urubamba que no tuvo la diligencia ni previsión necesaria para llevar a un proceso que garantice la continuidad del servicio.
“A estas alturas es poco conocido y por lo que vemos también poco efectivo el plan de contingencia que ha planteado la municipalidad de Urubamba que pretende que en su ritmo, a su necesidad y a su urgencia, todas las demás instancias actúen, cuando bien lo mencionó tuvo el tiempo suficiente para trabajar este tema. Es lamentable que un nuevo frente de desprestigio y caída de la reputación de Machu Picchu se presente, todo esto evidencia una gestión fragmentada según intereses y compromisos políticos que lo único que están haciendo es perjudicar más el turismo en el Perú”, citó.
Luego mencionó que se debería declarar en emergencia la gestión turística integral en Machu Picchu y cambiar el modelo de gobernanza de este espacio, y no solamente dar ‘paliativos’ a sus problemas, “el problema es una enfermedad que está haciendo que perdamos competitividad en el turismo y que está retrasando los flujos turísticos comparativamente con pre pandemia que impide que más de 17 000 personas regresen laboralmente al sector turismo en cusco y probablemente más de 50 000 a nivel nacional”
DATO:
- El 5 de setiembre venció el contrato de concesión de la carretera para que sea operada por Consettur. La municipalidad no llamó a otro concurso, perjudicando el desarrollo normal desarrollo de esta actividad, citaron que otros buses ingresarían a la ruta como medida de ‘contingencia’ pero esto nunca pasó. Al ver esta situación, Consettur siguió operando la ruta, pero el último sábado acusó un atentado a uno de sus buses, por lo que aseguraron que ya no iban a trasladar turistas, dejando a los visitantes sin ningún tipo de traslado hacia la maravilla mundial.