Con cantos y pancartas, más de 1500 jóvenes provenientes de las cinco provincias de la Arquidiócesis de Huancayo se congregaron para vivir el Jubileo de la Juventud, una jornada de encuentro y renovación espiritual. La actividad, impulsada por la Pastoral Juvenil, inició con una multitudinaria manifestación jubilar, que recorrió la histórica calle Real entre música, danzas y oraciones.

El arzobispo metropolitano, monseñor Luis Alberto Huamán Camayo, destacó que esta convocatoria “es un signo de esperanza para nuestra Iglesia y para toda la sociedad, porque los jóvenes nos recuerdan que la fe está viva y que son protagonistas de la construcción de un mundo mejor”. Durante la misa central en la Catedral, invitó a los participantes a “asumir su compromiso cristiano en la familia, en la universidad, en el trabajo y en la vida pública con valentía y alegría”.

Por su parte, el asesor de la Pastoral Juvenil, padre Gustavo Gálvez, resaltó el entusiasmo de los grupos parroquiales. “Los muchachos se han preparado durante meses para este jubileo. Vienen de zonas rurales y urbanas, demostrando que la fe no tiene fronteras ni distancias”, dijo.

La jornada concluyó con un momento de adoración eucarística y un compromiso colectivo de los presentes para ser “misioneros de esperanza” en sus comunidades. Entre aplausos y mensajes de fraternidad, los jóvenes renovaron su deseo de seguir creciendo en la fe y de llevar un mensaje de paz y solidaridad a toda la región central del país.
