La modalidad de obras por impuestos se consolida como una herramienta clave para ejecutar proyectos públicos con mayor rapidez y transparencia. Permite que una empresa privada financie una obra prioritaria y luego descuente el monto invertido de sus tributos.

“Es una manera de acelerar la inversión pública sin que el Estado tenga que desembolsar el dinero de inmediato”, explicó Luis Alburqueque, gerente de gestión social de Kallpa Generación, empresa que acaba de concluir un proyecto en Huancavelica. Entre las principales ventajas, el especialista destaca la reducción de riesgos de corrupción y la garantía de calidad.

“La empresa asume todo el costo y el riesgo hasta la entrega final; la Contraloría y un supervisor privado verifican cada etapa, por eso se minimizan las irregularidades”, subrayó el vocero. Además, el modelo permite que las obras se ejecuten en plazos definidos y con presupuestos cerrados, evitando las ampliaciones de gasto tan frecuentes en otros esquemas. “Cada gobierno local o regional identifica sus principales brechas y prioriza lo que más impacta en la población: vías rurales, colegios, centros de salud”, indicó. Este enfoque permite que los beneficios lleguen de manera directa a la comunidad y que los recursos tributarios se transformen en servicios concretos en menos tiempo.

Un ejemplo reciente es el proyecto de la provincia de Tayacaja, Huancavelica, donde Kallpa Generación financió, bajo la modalidad de obras por impuestos, la entrega de maquinaria pesada y una maestranza valorizadas en S/ 8,2 millones. “Este equipamiento permitirá mejorar el mantenimiento de las vías y facilitar el traslado de productos agrícolas y ganaderos, fortaleciendo la conectividad de la zona”, destacó el representante de la empresa, que concluyó la obra en 115 días y sin observaciones.