La realidad en las comunidades campesinas de Junín está cambiando drásticamente. De acuerdo con Luz Goyzueta, presidenta de la Federación de Comunidades Campesinas y Nativas de la región, cerca del 80% de las comunidades se están quedando únicamente con mujeres, niños y personas mayores, debido a la migración de los hombres hacia las ciudades o al extranjero en busca de empleo y educación.
La lideresa andina precisó que esta realidad plantea un doble desafío, ya que por un lado, se busca reconocer la fortaleza de las mujeres que sostienen la economía y las costumbres comunales; y por otro, enfrentar las brechas estructurales que impiden a los jóvenes y varones encontrar oportunidades de desarrollo en sus lugares de origen.
“No hemos desarrollado políticas que hagan que estos jóvenes se queden en edad de producción. Necesitamos un Estado que apueste por el campo, por nuestra propia producción”, advirtió. Pese a esta situación, la lideresa destacó el papel de las mujeres rurales, quienes se han convertido en el sostén de sus pueblos.
“Gracias a Dios, las mujeres están llevando la batuta y no dejan todavía nuestra tierra. Ellas son las que mantienen vivas las comunidades, las costumbres y el trabajo agrícola”, agregó.Goyzueta enfatizó que el problema se agrava por la falta de políticas que incentiven el arraigo juvenil en las zonas rurales. “No hemos desarrollado políticas que hagan que nuestros jóvenes y hombres se queden en edad productiva. Si hubiera más apoyo al trabajo local o a la transformación de los recursos naturales, muchos no migrarían”, manifestó.
La presidenta de la federación también alertó sobre las brechas de género que persisten en las comunidades campesinas. “Existen mujeres que no saben cuánto deben cobrar por su trabajo. Hay mujeres que ganan 20 o 30 soles al día, cuando su esfuerzo vale mucho más. Nos falta empoderarlas económicamente y fortalecer su educación”, expresó. Además, denunció que aún existen estatutos comunales con lenguaje machista que impiden la participación femenina plena. “En muchos estatutos todavía se habla del ‘jefe del hogar’ como si solo el varón tuviera ese derecho. Estamos pidiendo que se cambien esos estatutos para incluir a las mujeres y a los jóvenes en los padrones comunales”, afirmó.
En esa línea, el próximo 17 de octubre, más de 700 mujeres lideresas andinas se reunirán en Tarma en el “VIII Encuentro de Mujeres Líderes Andinas: Ana de Tarma, Heroína Peruana” con el objetivo de promover la igualdad de género, fortalecer el empoderamiento femenino y visibilizar los liderazgos rurales en la región. Como parte de las actividades también se realizará una “Feria de Justicia Itinerante” en la Plaza de Armas de Tarma, donde se ofrecerán servicios legales, atención de salud y asesorías gratuitas para la población vulnerable.
“¿Quiénes pueden ser consideradas lideresas?, puede ser la profesora jubilada que tiene pasión por la enseñanza, que junta en su barrio a los niños o adolescentes y los adiestra todos los días, ella para nosotros es una mujer líder andina; también esa ama de casa que organiza ollas comunes y muchos casos más”, dijo el Juez superior y coordinador de la Comisión distrital de Acceso a la Justicia, Dr. Neil Ávila.
Finalmente, la lideresa hizo un llamado a la unión y al fortalecimiento del liderazgo a las mujeres de la región. “A mis mujeres guerreras, generadoras de vida y cambio, les digo que se preparen, confíen en sí mismas y participen”, finalizó.