La madrugada de ayer, un aterrador ruido despertó a los vecinos de la plaza principal en la provincia de Junín, tras las persistente lluvia que cayó por varias horas en la zona. Una de las torres de la Iglesia San Ignacio de Loyola ubicada en la plaza principal, donde se encontraba una campana de bronce del siglo XVII, colapsó y se vino hacia abajo.
Con el pasar de las horas se supo que el derrumbe que afectó a dos viviendas más, cobró la vida de un hombre, un vecino de una casa contigua a la iglesia, que dormía plácidamente sin imaginar que la muerte lo acechaba a solo unas horas de haber culminado el Día de los Difuntos.
Inicialmente se pensó que solo se trataba de daños materiales, pero al retirar los escombros hallaron a una persona, recostada en su cama, cubierta por las frazadas y los escombros que cayeron encima del infortunado.
Los bloques de adobe y tierra que cayeron de una de las torres de la iglesia de Junín, hacia las casas vecinas, aplastaron al hombre identificado como Víctor Josué Alderete Izaguirre .
El poblador fue localizado en una de las casas cercanas a la torre en momentos en que retiraban los escombros. Víctor Josué fue hallado sin vida por lo que en presencia de las autoridades se realizó el levantamiento del cadáver, siendo trasladado a la morgue del Hospital de Junín para la respectiva necropsia de ley.
Familiares del joven fallecido, al enterarse del hecho, protagonizaron dramáticas escenas de dolor, uno de ellos al descompensarse fue trasladado al hospital de la ciudad de Junín donde se recupera.
Muerte anunciada
Por su parte, el párroco de la Iglesia en cuestión, Néstor Juipa Carrión, lamentó dicha desgracia y señaló que ya había pedido a la municipalidad ayuda para dar el mantenimiento a la iglesia cuya construcción data de 1640.
Precisamente, el último 6 de octubre, en el oficio n° 0014- 2025 - PSIL-Junín, dirigido al alcalde de la provincia, Elio Zevallos Meza, el párroco de la iglesia solicitó una inspección técnica y declaración de emergencia de la torre que ayer se vino abajo.
“Hacer de su conocimiento que la torre derecha de nuestra iglesia matriz San Ignacio de Loyola, donde se encuentra la campana, está en un estado lamentable debido a las constantes lluvias y algunos movimientos sísmicos. Se ha empezado a desprender la tierra, debido a que el segundo y tercer piso es de material de adobe, y está en peligro de causar daños a las personas que ingresan a la iglesia. Por lo cual, pedimos la inmediata respuesta y la verificación de Defensa Civil y de su persona para poder tomar medidas inmediatas”, señala el oficio.
La tragedia llegó antes que la respuesta. Recién ayer, Defensa Civil realizó una inspección y se retiraran los escombros, dijo el regidor Vicente Quispe. Ahora, buscan un lugar para que las familias afectadas trasladen sus bienes.
No es patrimonio
Por su parte, el director regional de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Junín, Javier Rojas León, manifestó que la iglesia San Ignacio de Loyola no está declarada como Patrimonio Cultural de la Nación, pero, lo que si se estaba trabajando era el expediente técnico para su declaratoria, pero “no había injerencia directa”, indicaron.
Respecto al expediente técnico que trabajó la DDC desde el año 2024, no se pudo continuar en el 2025, debido al recorte de presupuesto. “Hay otros monumentos sobre los que se trabaja y lamentablemente solo se cuentan con dos arquitectos para toda la región Junín”, indicó Rojas León.
Mencionó que la dirección desconcentrada brinda la asistencia técnica se procede la inspección y con un proyecto se trabaja y da las recomendaciones en la sección preventiva.
El funcionario, manifestó que de parte del párroco no llegó a su despacho ninguna documentación del estado de la iglesia y como tampoco estaba declarado patrimonio, no tenían como intervenir en el referido inmueble cuya torre, señala, no era original sino de ladrillos.





