En tiempos donde el miedo y la violencia marcaron al país, en Huancayo nació una esperanza silenciosa. Así surgieron Cáritas Huancayo y la Pastoral Social de Dignidad Humana (PASSDIH), obras del Arzobispado, que hoy celebran su aniversario reafirmando su compromiso con los más pobres.

Desde hace 39 años, PASSDIH acompaña historias de dolor y resistencia. Ha estado junto a las víctimas del terrorismo, ayudándolas en la búsqueda de sus familiares desaparecidos, y junto a las familias desplazadas de Morococha, defendiendo su derecho a vivir con dignidad. Su labor también se extiende a los penales, donde la Pastoral Penitenciaria ofrece apoyo espiritual y emocional a quienes buscan empezar de nuevo.

“El ejemplo de San Martín de Porres nos inspira a acercarnos a los más necesitados y acompañarlos ”, señala Monseñor Luis Huamán Camayo.

Con 31 años de trabajo constante, Cáritas Huancayo ha hecho de la solidaridad una respuesta concreta.

En comunidades afectadas por la escasez y la anemia infantil, impulsa huertos comunales, cochas artesanales y programas nutricionales que fortalecen la seguridad alimentaria. Gracias a alianzas solidarias, su ayuda llega a ollas comunes, parroquias y comunidades.