La Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR) de Ica lanzó una advertencia directa a turistas y operadores:tubulares (también conocidos como areneros, buggies o hechizos) que circulan sin cumplir las mínimas condiciones técnicas de seguridad

Areneros sin respaldo

En un pronunciamiento oficial, la entidad exhortó al público a no contratar estos servicios informales, señalando que se pone en riesgo la integridad física de quienes acceden a estas actividades en lugares como las dunas de Huacachina, uno de los principales destinos turísticos del país.

“Se le comunica a los turistas en general, evitar contratar los mencionados servicios, en aras de salvaguardar su integridad física como derecho fundamental a la vida, amparado en la constitución política del Perú. A los operadores turísticos, se les exhorta a no promover actividades que no están autorizadas, bajo responsabilidad”, señala el documento emitido por la DIRCETUR.

Muerte violenta

El pronunciamiento responde a una situación que viene agravándose con el paso de los años. En mayo de 2025, una turista estadounidense identificada como María Focumet, de 56 años, perdió la vida tras el despiste de un tubular en las dunas de Huacachina. El vehículo no contaba con medidas de seguridad adecuadas y habría sido armado en un taller mecánico sin regulación.

No es un caso aislado. Desde hace más de una década, la cantidad de tubulares circulando en la zona se ha disparado. Según la Fiscalía, en 2013 se tenía registro de unos 150 vehículos; en 2024, la cifra se habría triplicado: hasta 450 areneros, muchos de ellos improvisados y sin control técnico.

Estos vehículos hechizos, muchas veces armados con partes sin certificación, siguen ofreciendo paseos turísticos pese a no contar con autorización. Aunque la experiencia en las dunas es una de las principales atracciones de Ica, la falta de fiscalización efectiva y el crecimiento del turismo informal han convertido este atractivo en una zona de alto riesgo.

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