tras un incendio ocurrido en la madrugada del domingo 2 de noviembre en la urbanización Santa María, en la ciudad de Ica. Las primeras investigaciones apuntan a que podría tratarse de un acto de extorsión, ya que un suboficial de la Policía Nacional, habría sido víctima de un ataque similar a comienzos de este año.

Ataque criminal

El siniestro ocurrió alrededor de las 2:40 de la madrugada, cuando un auto de marca JAC, color plomo y de placa BSA-450, perteneciente a la empresa Marbeya Transporte y Turismo S.A.C., se incendió en la parte frontal mientras se encontraba estacionado frente a la vivienda del agente policial L.A.B.F. (39).

Según el testimonio del propio policía, fue alertado por el ladrido de sus perros y un sonido extraño que describió como un “vaciado de arena”. Al salir para verificar lo que ocurría, encontró su vehículo envuelto en llamas. Pese a sus intentos por apagar el fuego con una manguera, las llamas alcanzaron el capó y causaron daños severos.

Tras ser controlado el incendio, personal de la Oficina de Criminalística (Oficri) y agentes de la División de Investigación Criminal (Divincri) realizaron una inspección exhaustiva del lugar. Durante las diligencias hallaron una botella plástica de tres litros con restos de un líquido amarillo, aparentemente gasolina, lo que refuerza la hipótesis de un ataque intencional.

Las autoridades recordaron que no es el primer atentado que sufre el suboficial. En enero de 2025, un artefacto explosivo fue lanzado contra su domicilio, ocasionando daños materiales, entre ellos la perforación de una calamina del techo. En aquella ocasión, no se registraron heridos, pero el hecho quedó bajo investigación policial.

Ante la posibilidad de que ambos ataques estén relacionados, el caso fue asumido por la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ica, que dispuso la recolección de pruebas, la revisión de cámaras de seguridad de la zona y los peritajes químicos al vehículo siniestrado.

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