La tensión entre los pobladores de Nasca y la empresa llegó a su punto máximo esta semana. Decenas de vecinos se congregaron en el frontis de la Municipalidad Provincial para exigir el retiro definitivo del organismo, que desde hace ocho años administra el en la ciudad.

Crisis del agua

La protesta se inició desde tempranas horas con la presencia de dirigentes vecinales que, en un acto simbólico de rechazo, colocaron carteles sobre un burro para expresar su indignación. “Todos queremos que se vaya la OTASS, por los abusos, los cobros excesivos y la falta de agua en muchas zonas”, señalaron los vecinos, quienes denunciaron que la distribución se realiza por horas y sin aviso.

En medio de los reclamos, el alcalde provincial Jorge Bravo accedió a dialogar con una comisión de dirigentes en el salón de actos de la municipalidad. Durante el encuentro, los pobladores exigieron que la comuna recupere el control de la EPS, de la cual es accionista mayoritaria, y asuma nuevamente la administración del servicio. Bravo explicó que el Ministerio de Vivienda emitió una resolución que permite la formación de una comisión transitoria con representantes municipales, aunque aclaró que el proceso podría demorar varios meses.

Los dirigentes advirtieron que la permanencia de OTASS pone en riesgo la posible privatización del agua, lo que elevaría aún más las tarifas. “Si no hacemos nada, el pueblo será el más perjudicado. Ya pagamos demasiado por un servicio deficiente”, manifestó Luis Gutiérrez, uno de los voceros de la movilización. Otros ciudadanos recordaron que la falta de inversión en nuevos pozos y redes de distribución ha provocado un desabastecimiento cada vez más grave, especialmente en zonas periféricas.

El alcalde, por su parte, aseguró que su gestión no busca prolongar la presencia de la OTASS, sino garantizar una transición ordenada y evitar que la empresa deje de operar sin un plan alternativo. “Soy consciente del malestar del pueblo y de que el agua es un derecho esencial. Vamos a buscar que el servicio vuelva a ser administrado por Nasca”, declaró ante los manifestantes.

La jornada culminó con un acuerdo preliminar para conformar una mesa técnica que evalúe los pasos legales para el retiro de la OTASS. Sin embargo, los pobladores advirtieron que mantendrán su medida de presión si no observan avances concretos en los próximos días. “Queremos soluciones reales, no promesas”, gritaron al unísono frente al local municipal, dejando claro que la paciencia del pueblo de Nasca se agotó.

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