, cientos de familias se congregaron en el Campo Santo 15 de Agosto, ubicado dentro del Cementerio General de Pisco, para rendir homenaje a las víctimas del devastador terremoto ocurrido el 15 de agosto de 2007. Este espacio alberga que fallecieron a causa del colapso de viviendas.

Romería y homenaje

La jornada estuvo marcada por el dolor, la memoria y el recogimiento. Familias enteras llegaron con flores, velas y lágrimas para honrar a sus seres queridos, en un gesto que se repite cada año.

“Han pasado 18 años y la herida no cierra”, expresó conmovida la señora Edma Ramos Ramírez, mientras limpiaba y adornaba las tumbas de su esposo, hijo y nieto, quienes fallecieron durante el sismo. “Jamás olvidaré esos momentos de terror que vivimos en carne propia. Aunque pasen los años, el dolor sigue vivo”, agregó.

A las 8:00 de la mañana, autoridades locales encabezadas por el alcalde de Pisco, Pedro Fuentes, realizaron una romería en el cementerio, dejando un arreglo floral en señal de respeto y orando por las víctimas. El burgomaestre señaló que esta fecha no debe pasar desapercibida.

“Este día enluta a todos los peruanos, pero especialmente a los pisqueños. Nos debe servir para reflexionar sobre las medidas de prevención que debemos adoptar en nuestros hogares ante cualquier desastre natural”, indicó.

En señal de luto, las banderas en la ciudad ondearon a media asta, recordando a las más de 500 familias que perdieron a uno o más seres queridos aquel trágico día de agosto.

El terremoto de magnitud 8.0, que tuvo su epicentro en Pisco, dejó más de 590 muertos y decenas de miles de damnificados. Dieciocho años después, la memoria de las víctimas sigue viva en cada flor colocada, en cada oración pronunciada y en cada lágrima derramada.

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