La instalación de rejas metálicas en los accesos del mercado Moshoqueque, en el distrito de José Leonardo Ortiz, desde septiembre de 2024, pretendía ser una medida de ordenamiento urbano. Un año después, ese cerco es el epicentro de un conflicto diario entre compradores, comerciantes, mototaxistas e inspectores municipales de la gestión del alcalde Elber Requejo Sánchez.
Descontrol cerca a mercado
Durante una visita reciente al mercado, Correo constató que los puntos de control en las intersecciones de las avenidas Bolívar y Dorado son espacios de fricción constante. Conductores y compradores denuncian que algunos inspectores condicionan el ingreso de vehículos hacia las calles que bordean los puestos de venta.
“Si no das algo, te hacen esperar o simplemente no te dejan pasar”, afirma un mototaxista que trabaja en la zona desde hace seis años. Otro usuario, una madre que acude al mercado tres veces por semana, asegura que el trato es desigual: “A unos los dejan pasar rápido, a otros los detienen sin explicación. Todo depende de quién esté en la reja”.
A estas quejas se ha sumado un reclamo creciente: la exigencia de que el personal encargado de vigilar las rejas sea capacitado en trato al ciudadano.
Los comerciantes también reportan efectos en sus actividades. La circulación de vehículos se ha vuelto más lenta y los puntos de congestión se han desplazado a zonas donde antes había fluidez, como las avenidas Salas y Kennedy.
Otro punto cuestionado es la recuperación de espacios públicos en las avenidas México y Bolívar. Según la Subgerencia de Fiscalización, en la zona intervino personal municipal con maquinaria pesada para retirar un quiosco que obstruía el paso peatonal.
“El punto liberado que sea peatonal y que ya no se instale más rejas”, dijo el vendedor Jaime Ayala.





