“Pasé toda la noche en un sillón roto. No había camas y tuve que quedarme ahí hasta terminar mi tratamiento diario”, relató a Correo una paciente con cáncer de mama que recibe quimioterapia en el Hospital Regional Lambayeque (HRL).
Otra mujer, familiar de un paciente diagnosticado con cáncer testicular, añade: “Mi pariente tuvo que dormir solo con su ropa porque no había vestimenta de cama disponible. Me preocupa su salud y que otros pacientes estén en la misma situación. Que el gobernador (Jorge Pérez), como es médico, que se ponga en el lugar de nosotros”.
Ambos testimonios reflejan el deterioro de las condiciones en el área de quimioterapia ambulatoria del hospital, donde pacientes permanecen hasta más de 30 horas sentados en sillones en mal estado ante la falta de camas y recursos médicos básicos.
Sala de quimioterapia sin condiciones
Según el testimonio de pacientes, entre 18 y 20 pacientes acuden cada día al servicio de quimioterapia ambulatoria, pero el área solo dispone de 15 sillones, de los cuales solo tres funcionan correctamente. Los demás están rotos, chuecos o con mecanismos dañados, lo que dificulta la atención.
Los casos más frecuentes atendidos en el Servicio de Medicina Oncológica incluyen cáncer de mama, cuello uterino, gástrico, colon, testicular y linfomas. El grupo poblacional de mayor prevalencia son las mujeres.

Correo accedió a videos e imágenes que muestran la sala de quimioterapia del Servicio de Medicina Oncológica, donde se observan sillones deteriorados, paredes sin mantenimiento y pacientes sin elementos básicos de comodidad o higiene.
“Hace unos meses había filtración de agua en las paredes de la sala, pero se disminuyó la presión en los baños para evitar esto. Se anunció el cambio de tuberías y la presión de agua es baja”, comentaron fuentes de este diario.
Limitación de recursos
El hospital enfrenta limitación de insumos y medicamentos. Hay necesidad de contar con equipos de venoclisis (para administrar líquidos y fármacos por vía intravenosa), omeprazol y morfina en tabletas, indispensables para los tratamientos oncológicos y el manejo del dolor, según expresaron los pacientes a este medio.
Además, los servicios higiénicos carecen de jabón, alcohol, papel y desinfectantes, y no hay detergente para lavar sábanas ni uniformes, lo que obliga a algunos pacientes a dormir con su propia ropa.
“Los pacientes duermen con su propia ropa, porque no hay cómo lavar la ropa hospitalaria”, señaló un paciente con cáncer de estómago.
El mobiliario del hospital también se encuentra en condiciones críticas: camas que no levantan, oxígeno empotrado con problemas de servicio y falta de mesas o veladores para los pacientes hospitalizados.
“Hay balones de oxígeno porque no funciona el oxígeno empotrado. En caso un paciente se descompense, es decir, haya una complicación en su salud o pase a un estado crítico, se requiere un suministro que no sea continuo y no se agote”, señaló una fuente de
Pese a los requerimientos presentados hace meses, no se han atendido las solicitudes de reposición ni mantenimiento, expresaron fuentes confiables del HRL.
¿Autoridades responsables?
El Hospital Regional es una de las unidades ejecutoras del Gobierno Regional Lambayeque, encabezado por Jorge Pérez Flores, médico de profesión. Recientemente, el director de HRL, César Guzmán Saavedra, junto a otras autoridades, lanzaron una herramienta digital para la detección temprana del cáncer infantil.
Correo buscó una versión oficial de representantes del hospital, pero hasta el cierre de edición no se obtuvo respuesta.
El personal médico, de enfermería y técnico labora en condiciones adversas, según el relato de los usuarios del servicio. Los trabajadores contratados bajo el régimen de Servicios No Personales (SNP) tienen retrasos con su remuneraciones.
“Ellos (personal de salud) no abandonan a los pacientes, pero la situación es insostenible. Todo depende de los que están arriba”, comentó una joven usuaria del servicio.
Ramiro Centurión La Torre, coordinador regional del Foro Salud Lambayeque, señaló que es recurrente que los familiares de pacientes oncológicos tengan que comprar medicamentos en farmacias privadas, debido a que el hospital no cubre completamente los tratamientos.
“Lamentamos profundamente las dificultades que enfrentan las personas con cáncer, porque es un grupo muy vulnerable que requiere atención constante, insumos y soporte emocional”, afirmó.
Mercedes Mostacero, dirigente social de Lambayeque, comentó que la falta de recursos y gestión adecuada evidencia un problema estructural que afecta directamente la atención de pacientes oncológicos.
“Los pacientes con cáncer no pueden ser los más golpeados por las carencias del sistema. Por su enfermedad, necesitan calidad de vida”, dijo.





