El exministro del Interior señaló que el problema de la extorsión requiere un modelo integral con brigadas distritales y trabajo conjunto con el Ministerio Público. (Foto: Mininter)
El exministro del Interior señaló que el problema de la extorsión requiere un modelo integral con brigadas distritales y trabajo conjunto con el Ministerio Público. (Foto: Mininter)

Frente al incremento de los casos de extorsión en todo el país, el Congreso de la República ha presentado una propuesta para crear un grupo élite policial que enfrente esta creciente amenaza. Sin embargo, el exministro del Interior, Cluber Aliaga, advirtió que la medida debe ir acompañada de un trabajo articulado con el Ministerio Público para lograr resultados sostenibles.

“El fenómeno de la extorsión se ha desbordado. Durante este gobierno la criminalidad organizada se ha expandido a todo el país”, alertó Aliaga, quien señaló que regiones como Madre de Dios y Puno, antes ajenas a este tipo de delitos, ahora forman parte del mapa de la extorsión.

El general consideró que la creación de un único grupo élite no sería suficiente para frenar la ola delictiva y planteó una estrategia basada en la descentralización de las operaciones.

“Lo correcto en estos casos es crear varias brigadas de investigación criminal, incluso que compitan entre ellas. Por lo menos una brigada en cada distrito de Lima y el Callao, donde se presentan esos casos de cobro de cupos y extorsiones”, sostuvo en RPP.

Aliaga subrayó que el éxito de estas unidades dependerá de su coordinación con las autoridades judiciales.

“Las brigadas tienen que estar acompañadas de fiscalías especializadas. Eso garantizará no solo la captura de los delincuentes, sino que enfrenten un debido proceso y sanciones efectivas”, enfatizó.

Asimismo, cuestionó la eficacia de medidas de emergencia como los toques de queda o la militarización temporal de las calles, indicando que “terminan afectando a los negocios sin resolver el problema de fondo”.

Finalmente, el exministro señaló que combatir la extorsión requiere una intervención integral que combine inteligencia policial, acción judicial y análisis social. “No se trata solo de castigar, sino de entender el contexto en el que se generan estos delitos”, concluyó.