Con una actitud relajada y el foco puesto en disfrutar, Bhavi se prepara para su primer concierto en Lima este 15 de noviembre en el C.C. Leguía. Nacido en Bélgica y radicado en Argentina, es considerado una de las voces más versátiles e innovadoras de la escena urbana latinoamericana.

Conversamos con el artista belga-argentino sobre la presentación de su álbum “Bhavilonia” en nuestra capital, su evolución artística y las etapas que lo han llevado a consolidar una identidad única dentro del género.

—¿Qué les espera a tus fans peruanos de tu primer show en Perú?

A mí me encanta ir a lugares nuevos siempre, me parece lo más emocionante conocer nuevos públicos. Yo sé que en Perú me escuchan un montón y me encanta el artista que me va a abrir también, Zuhk, lo voy a recomendar ahora en todas las entrevistas de Perú. Me gusta mucho Perú, la historia que tiene y también la comida. Sé que tiene mucha influencia japonesa, lo cual me parece interesante y curioso. Yo no vendo mucho mis shows, el que espera se desilusiona, yo voy y hago lo que hago con mucho amor siempre. Así que eso, compartir el amor por lo que hago con la gente que decida venir y compartirlo.

—Sobre tu último álbum “Bhavilonia” que vas a presentar en Lima, ¿qué emociones o etapas personales te llevaron a escribir este álbum?

Es un álbum que yo siempre quise hacer. Ahora, yo sé las cosas que voy a hacer en mi carrera, no todas, pero hay ciertas cosas que yo sé que voy a hacer y las hago. Cuando tenía nueve años escuchaba un montón a Jorge Drexler y después cuando empecé a hacer música dije que algún día iba a fusionar como los sonidos así más urbanos y trap con guitarra. Así que eso, es algo que desde siempre lo tengo en mente.

—¿Qué aprendiste de ti mientras creabas el álbum?

Todo el tiempo estoy aprendiendo. Para mí lo más lindo de ser un músico es mirar. Vas viendo tus discos y te reflejan distintas etapas de tu vida. “Bhavilonia” fue una etapa muy linda, me fue muy bien, tuve mucho éxito en esos dos años y un par de discos de platino. Agoté un par de estadios, acá en Argentina, estuve re enamorado, tuve una novia re linda y viajamos un montón. Una época muy linda de mi vida, la verdad.

—En tus letras muchas veces mezclas melancolía con energía y más. ¿Hay alguna canción tuya que sientas que te salvó emocionalmente mientras la escribías o grababas?

¿Salvó? ¡Qué dramático! Yo no soy una persona muy dramática, la verdad. Yo tengo una gran vida y no soy una persona muy… ¿Salvó? No sé si me salvó. Todas mis canciones son reflejos de cosas, muchas veces inconscientes. “Perfecta” es una canción muy linda, pero no me salvó de nada, simplemente estaba todo. A mí también me dicen: “Tu música me salvó la vida”, mentira, vos te salvaste la vida, vos mismo. La música solo te ayuda.

—En tiempos donde todo se mide en reproducciones y likes, ¿cómo logras equilibrar la presión del algoritmo con la necesidad de crear arte genuino?

Para mí no tiene nada que ver una cosa con la otra. Hago mi arte genuino y si funciona, funciona. Y si no, siempre termina funcionando igual con el tiempo. Obvio que está buenísimo que tenga un montón de reproducciones y la sube. Está buenísimo porque es parte del juego, pero no cambio mi arte por eso. Yo no me voy a poner a hacer reggaetón para tener más likes. No siento que tenga que ver una cosa con la otra. Para mí, si yo me pongo a hacer reggaetón, voy a tener lo mismo de likes que si hago trap. Imagínate, si cambio mi esencia y aparte no me va bien, un pelotudo.

—Has hablado en otras ocasiones sobre salud mental y autenticidad. ¿Cómo mantienes la cabeza en su lugar dentro de una industria tan intensa y cambiante?

Porque yo nací para esto, tengo el equilibrio emocional y mental para lidiar con esas cosas. No es para cualquiera. Lo hago de muy chico, voy aceptando los distintos desafíos, con mucha alegría, con mucha convicción y con mucho respeto. Yo siento que el que se vuelve loco es porque era demasiado para él.

—A nivel personal, ¿cuál fue el momento que marcó un antes y un después en tu carrera o en tu manera de ver la música?

Un gran antes y un después fue mi primer disco “Cinema”, siendo un profesional, con un concepto y teniendo fans. Cada paso es un antes y un después, ¿no? Cada álbum estás soltando y agarrando cosas nuevas. Siento que cada disco, en muchos momentos, son antes y después.

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