Desde hace cuatro años, Nueva York es el hogar de Damaris, cantante y compositora peruana que llegó a esa ciudad estadounidense para crecer musicalmente y experimentar además, lo que es vivir lejos de su tierra. Las fiestas de fin de año motivaron su regreso, y también la oportunidad para proponer a la cantautora una reflexión sobre lo recorrido en su carrera en estos últimos años.
“Siento que quiero seguir aprendiendo, conociendo y compartiendo. Estar en Nueva York me ha permitido renovar mis motivaciones musicales, me ha marcado nuevas metas y ese impulso de hacer música de manera bonita. Haber estudiado me ha dado herramientas y técnicas que me permiten seguir explorando dentro de lo que me gusta, que es la fusión, con otros sonidos y bebiendo de culturas diferentes que me enriquecen mucho”, dice la artista.
Un auténtico músico siempre está en búsqueda de nuevos sonidos, no va con prejuicios por la vida.
Para nada, más bien lo nuevo es lo que más atrae a los músicos cuando estamos grabando. Conocer un ritmo, una mezcla o una fusión nueva es lo que lo hace más atractivo. Estoy grabando el nuevo disco que voy a lanzar el próximo año y voy a tener fusiones con géneros que antes no he explorado.
Por ejemplo, ¿cuáles?
Esta es una primicia. Una de las próximas canciones que voy a lanzar es una fusión con bachata, sonido caribeño que yo he estudiado muy poco, pero me pongo el reto de abrirme con este disco a nuevas mezclas. Esa ha sido mi motivación siempre, de alguna forma sigo haciendo lo de siempre, con esa flexibilidad que te permite la fusión.
¿Tras tu maestría en BerkleeNYC y tu estancia en Nueva York, cómo ves el desarrollo actual de la industria musical, cuál es la tendencia?
Actualmente hay la posibilidad de hacer música, incluso con la inteligencia artificial. La creación, la producción, la composición de canciones, todo es más rápido, el que quiere puede sacar música sin tener mucho conocimiento y sin demorarse. El reto es hacer cosas que trasciendan a lo inmediato, los artistas profesionales que trabajamos con mucha pasión debemos subir el nivel de nuestro arte, eso es lo que se nos exige frente a tanta tecnología que puede recrear de alguna forma el arte. Estamos en un momento en el que tenemos que pensar en nuestra mejor obra maestra cada vez que creamos.
La inteligencia artificial solo debe ser una herramienta, no una creadora de arte.
La inteligencia artificial es una ayuda, incluso para la producción musical y audiovisual, pero tiene que ir de la mano del humano. que siempre pondrá el arte. A mí me ilusiona saber de los cambios que van a seguir llegando, pero también me deja tranquila estar segura que el toque humano siempre va a ser especial y es lo que hará única una obra de arte.

¿Cuánto ha influenciado tu proceso creativo la lejanía física de tu tierra?
Siento que el proceso se ha intensificado, no desde el sufrimiento de extrañar y añorar la tierra, sino de valorar lo que he tenido y lo que he vivido aquí en Perú; lo que he podido conocer. Cuando estás fuera de tu país de alguna forma se pone a prueba todo aquello que conoces. ¿Qué tan realmente peruano eres en el sentido de que conoces tu cultura, tus sabores, tus sonidos, tu historia? En ese sentido, yo me siento totalmente cercana a a mi país, a mi Perú. Me siento una extensión del Perú en el extranjero, en Nueva York en este caso.
Hace 22 años empezaste con la fusión de nuestra música andina con el pop. hoy muchas cantantes lo están haciendo.
Hay toda una intención y una movida de rescatar nuestras raíces y llevarlas como bandera a nivel internacional y creo que muchos jóvenes se han identificado con eso. Renata Flores, es una de ellas y me parece genial lo que está haciendo. Creo que es un momento fácil para producir, pero es un momento difícil para realmente trascender, hay tanta oferta musical que lo difícil es que puedan escucharte más allá de una semana.
¿Cuál es el reto?
Creo que los jóvenes que han crecido en este boom de las redes sociales, saben aprovecharlas muy bien porque saben qué es lo que funciona, qué es lo que se hace viral, qué es lo que la gente ve. Pero creo que el reto también es que vayas más allá de la viralidad y de los TikToks. Creo que el reto es que el que escucha tu música en las plataformas digitales quiera pagar una entrada para verte en concierto, creo que ahí está el reto.





