Hace un año ganó el Latin Grammy a mejor nuevo artista, reconocimiento que representó para Ela Taubert un respaldo a su propuesta musical. Sin embargo, a pesar de lo importante del premio y de lo que significa en la industria, la cantautora colombiana confiesa a Correo que lo recibió con los pies bien puestos sobre la tierra, sobre todo para una intérprete que recién da sus primeros pasos.
“Lo tomé con mucha gratitud, con mucho asombro también, porque a pesar de que uno lo sueña y lo quiere, cuando sucede, es un momento mágico e inolvidable. El Latin Grammy me ha impulsado a seguir creyendo en mí, entendiendo que esto no se trata solo de mí, sino mucho más de la gente que me apoya, que me escucha, de poder seguir brindando mis canciones. El premio me motiva a continuar trabajando muy duro por mis sueños, para seguir siendo ejemplo para otros jóvenes que también sueñan con eso”, dice la cantautora que ofrecerá un concierto el 12 de octubre en el Centro de Convenciones Barranco.
¿No sientes que el Latin Grammy te puso la valla muy alta, eso no te causa ansiedad?
Eso siempre existe, pero no creo que haya sido a raíz del Grammy, yo creo que cuando más va avanzando el barco, más van llegando las cosas. Obviamente, claro que empieza a aparecer como una incertidumbre que me hace preguntar: ¿A la gente le gustará o no? Siendo muy honesta, la gente que me ha apoyado, mis fans, me han hecho sentir tan cómoda siendo lo que soy, haciendo lo que hago, escribiendo de mi vida y haciendo la música que me apasiona..
Ese apoyo te da la seguridad para seguir avanzando en la carrera. Cada vez que intenta asomar ese miedo, mis fans me lo espantan, no me pasa por la cabeza, pero a la vez creo que son sensaciones normales, estamos en una industria en la que los artistas viven con la ansiedad de seguir pegando en el futuro. Creo que cuando uno es fiel a lo que uno es, la gente lo siente, las personas perciben esa honestidad, eso me ayuda a motivarme con la música.

Hablas de la honestidad en tu música, es vital en el proceso creativo.
La verdad, antes del Grammy, antes de todo lo que pasó con ese boom, para mí, el norte siempre fue seguir a mi corazón porque la gente me lo permitió. Los fans al haberme dado ese espacio y permitirme saber quién soy, sin miedo a nada, me ayudó mucho a poder cumplir esas metas.
Acabas de lanzar tu primer álbum “Preguntas a las 11:11”. ¿Consideras que es un paso adelante en tu carrera?
Este álbum, más que una evolución, creo que me ayuda a poder aterrizar quién soy a nivel artístico y musical, asienta todo lo que venía explorando con las canciones anteriores. Este álbum es todo lo que soy, una persona que piensa mucho, por eso tantas preguntas, soy una persona que ve el mundo de dos colores, no sé por qué soy así. Veo el mundo azul y rosado, empoderado y vulnerable.
¿Tu proceso creativo sigue siendo como el de tus primeras canciones?
Cien por ciento. Yo respiro y vivo para eso. El arte se siente y es como una necesidad y nace como tiene que nacer, creo que no hay un orden para eso, y este ha sido mi caso. Escribir de las cosas que he vivido y que he sentido me ha llevado a poder ser honesta y seguir escribiendo de lo que me apasiona.
Este 12 de octubre en Lima tendrás ese contacto vital con el público, que son los conciertos.
Yo creo que ese es el sueño más grande cumplido para mí como artista, poder ver en directo y conocer a todas esas personas que se han identificado con mi música, que han estado ahí apoyándome, que me han permitido seguir haciendo música. Todas esas personas que van a verme son el regalo más grande , me quieren por lo que soy, es un amor incondicional y recíproco que tengo por ellos también.





