Hace 24 años, cuando fue coronada como Miss Perú Mundo, Marina Mora supo que ese cetro de la belleza nacional marcaría su vida. Y es que, luego de culminar su etapa de reina y modelo de televisión, decidió seguir relacionada con ese rubro y abrió su escuela integral de formación para fortalecer la seguridad, la elegancia y el empoderamiento de niñas, jóvenes y mujeres adultas. Entonces, quién mejor que ella para opinar con autoridad sobre lo que está sucediendo con los certámenes de belleza en estos tiempos; especialmente con el más reciente Miss Universo.
Miss Universo 2025 ha sido uno de los concursos más polémicos, pareciera que a los organizadores se les fue de las manos.
Lo que ha pasado en el concurso es lamentable, tengo que decirlo, una muestra de lo que se vive en cuanto a valores. Escándalos y cosas mediáticas no deben ser parte de un concurso de belleza. Es una pena que se ensombrezca todo un trabajo de tantos años de una organización que solía tener prestigio, y que daba óptimas condiciones a las chicas para competir.
Todo se inició cuando Nawat Itsaragrisil, uno de los organizadores de Miss Universo insultó a Miss México, que finalmente resultó ganadora.
¿Te das cuenta que no se estaba llevando bien el concurso? Desde que el dueño de la franquicia permite que un director nacional trate de esa manera a una de sus candidatas, todo está mal. Desde que se maltrata a una participante que está yendo a competir en un concurso de mujeres, hecho para realzar la imagen de la mujer, y no se toman sanciones fuertes, la imagen de un concurso se va al piso.
¿Consideras que estos recientes sucesos en Miss Universo, afectan la imagen de otros concursos de belleza?
Miss Universo y Miss Mundo son referentes para los demás eventos, entonces, la gente puede pensar que si en Miss Universo pasa eso, en los demás de menor nivel eso es frecuente. Nos va a costar a los que somos organizadores de eventos internacionales mantener nuestro prestigio y marcar la distancia. Lamentablemente hay organizaciones que actúan de manera errada, de manera poco profesional y poco ética.

¿Apelando a tu experiencia como organizadora de concursos qué es lo que no se debe permitir?
Para comenzar, las normas y los contratos deben ser súper claros, que protejan tanto a la candidata, a la organización nacional que va a participar, y a la empresa que lo organiza. Las chicas, al no tener claras las normas, pueden hacer cosas indebidas, de repente comprar votos a la hora de la convocatoria en redes. Si no se dejan claras las reglas en un documento, estas se pueden malinterpretar.
También es básico tener un equipo de gente que trate con respeto a las candidatas.
Deben ser profesionalmente correctos, con habilidades blandas desarrolladas, responsabilidad, y hay algo que siempre decimos: ‘este es un tema de trabajo con personas, hay que ser humanos en el trato, podemos ser muy estrictos, pero siempre con respeto’.
¿Qué pasó con nuestra Miss Perú, Karla Bacigalupo, que no clasificó entre las 30 finalistas?
Ella debió pasar por lo menos entre las 30, y llegar hasta las 12 para que se luzca un poco más. Lo que comentaron fuentes muy cercanas es que ella no lo estaba pasando bien emocionalmente, y vuelvo a decirlo, el equipo de trabajo siempre es muy importante. Hay que apoyarlas, reforzar la autoestima, no solamente es un tema de darles técnicas, sino de que ellas se sientan acompañadas y que sientan el cariño de su equipo de trabajo.
Tu entendiste, que en tu escuela, además de enseñar a saber caminar, etiqueta y maquillaje había que reforzar la autoestima de tus alumnas.
Cuando inicié hace años Marina Mora Escuela en el Sheraton, supe que tenía que incluir desarrollo de la personalidad con una psicóloga. Creo que las chicas y las jóvenes tienen que tener las técnicas para conocerse, valorarse, quererse, y a raíz de eso, ser lo que quieran ser.





