Durante la primera mitad del año, el chef Andrés Orellana organizó el evento “Corrientes”, buscando unir a cocineros de América Latina a través de la cocina. La iniciativa se llevó a cabo en Lima, y trató de un ciclo de seis cenas con seis colegas de la región para cocinar juntos en su restaurante La Niña durante la temporada de marzo a agosto. Impulsados e inspirados por las olas y las corrientes, llegaron a nuestro país seis cocineros latinos, cuyas cocinas incorporan insumos de mar y de río. Los países invitados fueron Islas Galápagos (Ecuador), Bolivia, Argentina, Venezuela, Uruguay y Chile.
En el primer evento, el chef Iván García de El Bosque Bistró llegó a nuestro país trayendo los sabores de Venezuela. El joven cocinero trabaja con productos venezolanos de diversas regiones, tanto en platos como en bebidas.
TALENTOS. Continuaron Pedro Bargero, desde Argentina, quien mostró todo el talento que tiene en el manejo de la pesca en la cocina. Su restaurante Mar Cocina Suratlántica en Mar del Plata, ofrece notablemente productos del mar argentino y de la sierra Tandilia, en una fusión marcada por el fuego y el sabor especiado, muy buenos. Bargero lideró por varios años el famoso restaurante Chila en Buenos Aires, y actualmente se encuentra también en Costa 7070 (Buenos Aires). Además de preparar un menú degustación de seis pasos, en una interesante y divertida colaboración entre los dos restaurantes, cada invitado dio una masterclass sobre su trayectoria en su país y su trabajo con distintos productos locales. Destacaron ingredientes, compartieron conocimientos y brindaron inspiración al equipo de La Niña y a los alumnos de la PUCP. García, por ejemplo, habló sobre su experiencia trabajando con la cocinera Yliana Millán Salazar, de Isla Margarita, conocida como la reina del erizo.
PROPUESTAS. El 12 de junio, el visitante fue Kurt Schmidt, del restaurante 99 en Santiago, Chile; quién reabrió su restaurante a principios de año, tras tres años cerrado. El proyecto de Schmidt vivió el despertar de las cocinas chilenas, y esta vez regresa para mostrar una nueva forma de saborear los territorios enológicos de Chile. Su propuesta apela a la memoria, y se nutre de la extraordinaria diversidad y particularidad de los valles enológicos chilenos, que además de vinos muy buenos, albergan productos o recetarios desconocidos para la cocina de nuestro tiempo. Siguió Marsia Taha desde La Paz, Bolivia, quien trajo la propuesta de Arami, su nuevo restaurante a la capital peruana.
La ganadora del Premio a la Mejor Chef Femenina de América Latina 2024 abre su primer restaurante y habla sobre la importancia de apoyar a las comunidades indígenas de su país, ya que para Taha, proteger la biodiversidad es una misión fundamental. Fue jefa de cocina y chef ejecutiva de Gustu durante varios años, donde mostraba Bolivia en su totalidad, mientras que Arami se centra en la Amazonía y su relación con la cordillera de los Andes. En los últimos años, ha estado trabajando en las tierras bajas con las comunidades locales, realizando una gran cantidad de investigaciones con ingredientes, productos y técnicas.
VISITANTES. Otro de los visitantes fue Cristián Puente, de Pikaia Lodge en Islas Galápagos, quien aunque trabaja a 965 km del continente americano cuenta con una gran variedad de ingredientes locales. Pikaia Lodge es uno de los albergues ecológicos más avanzados del mundo. Opera con energías alternativas y cuenta con un programa integral de responsabilidad social. El restaurante Evolution combina la calidad de los ingredientes con la sostenibilidad, incorporando valores como el respeto, la pasión y el esfuerzo. Agricultores, pescadores y chefs de Galápagos se unen creando una propuesta culinaria ecuatoriana única.
La última en llegar a nuestro país fue María Elena Marfetan, de ¨Lo de Tere Restaurante¨ en Uruguay; que en su local busca combinar la riqueza de los productos de mar del océano Atlántico y las lagunas del Este del país, con el campo, para que se luzcan juntos frente al comensal. Ella realizó junto a Orellana una entretenida y sabrosa cena en La Niña con el notable maridaje a cargo de la bodega uruguaya Bouza.
Sabores
La Niña propone un viaje atemporal. Un viaje por los sabores del Perú milenario, virreinal y contemporáneo. La costa peruana ha sido el escenario de una poderosa alquimia culinaria cocida en el barro tras siglos de mestizajes.
Dirección: Av. Angamos Oeste 598, Miraflores. Teléfono: +51 922 816 262. Reservas: meitre.com @laniñalima





