Perú, país de las maravillas pero también de las sorpresas. Perú, país del constante descubrimiento. Más allá de los tópicos, de aquellos lugares conocidos por todos, esta gran nación es mucho más que el altiplano, que montañas, que arqueología, que naturaleza o paisajes espectaculares. El Perú es enorme y a veces contar y resumir todo en estas líneas resulta complicado. Como este viaje que hicimos en familia al Bosque Guardián Lodge.
Ubicado a cuarenta y cinco minutos de la ciudad de Tarapoto, en la región de San Martín, a sólo una hora de vuelo desde Lima, Bosque Guardián se encuentra en el valle del río Tiraco, en una zona de la alta amazonia que se recupera sostenidamente de incursiones ganaderas, talas y otras destrucciones humanas.
Un espacio único donde el bosque viene regenerándose desde que se creó, en el 2005, el área de conservación regional Cordillera Escalera, de casi 150,000 hectáreas, y donde se protegen los territorios ancestrales de las culturas shawi, awajún y kichwa; así como la riqueza paisajística, de plantas y de fauna amazónica del Perú. Un enorme ecosistema en restauración.
Quería llevar hace tiempo a mis hijos a Tarapoto. Es una ciudad que disfruto mucho, y pasar unos días en El Bosque Guardián nos regaló unas vacaciones de lujo, con la oportunidad de observar una fauna espectacular, divertirnos en las cascadas y probar una gastronomía sabrosa y única.
El lodge consta de varios albergues de madera sostenibles, cada uno conectado por senderos pavimentados de piedra local. Los techos de paja se sostienen sobre vigas de bambú, que sobresalen para ofrecer sombra en las terrazas de madera, el lugar idílico para relajarse entre el dosel de la selva. También en el interior, la decoración ha sido cuidadosamente seleccionada para armonizar con el entorno natural, con abundantes textiles de lino flotantes y sencillos suelos de piedra.
Lo bonito es que la armonía que existe entre la propiedad y el lugar se extiende mucho más allá. Este santuario sostenible tiene al bosque nuboso y a sus habitantes como el centro de todas sus operaciones.
Los propietarios han destinado una genuina pasión por proteger y preservar esta región biodiversa en cada parte del hotel, desde el pescado fresco de río capturado cada día para el restaurante, hasta los paseos por la vida silvestre mapeados por personas que han vivido durante generaciones en esta parte del Perú, haciendo de esta una experiencia cálida, única y enriquecedora.
La cocina del restaurante está a cargo de Gregorio Laban, un joven talento que ofrece una propuesta sostenible y natural, utilizando ingredientes locales, sobre todo pesca y recolección. Gregorio viene trabajando junto a un biólogo para garantizar el cumplimiento de las prácticas más sostenibles en su cocina. El menú va cambiando a diario para poder adaptarse a la temporada y a los productos frescos del bosque.
Y las comidas se sirven, no sólo en el comedor principal, sino también en distintos espacios del lodge haciendo de cada bocado una experiencia única. Desayunamos un día mirando el río, panes de la casa, granola, frutas de estación. Disfrutamos un espectacular menú en el meliponario, inspirado en las abejas. Bosque Guardián tiene dentro de sus proyectos el rescate de las abejas meliponas de la zona.
Otra de las cosas que disfrutamos desde que llegamos fueron las experiencias que el hotel ofrece, uno decide el tiempo que quiere dedicarles, y van desde un día completo hasta unas pocas horas. Hay caminatas por la selva tropical, donde se pueden avistar animales, hasta actividades comunitarias como talleres de papel donde se elabora pergamino a partir de troncos de árboles. Utilizan tronco de banano y papel desechado de oficinas locales, una actividad única que también ofrece un ambiente acogedor para sus empleados, mayoritariamente mujeres, que pueden traer a sus hijos para estudiar a distancia.
Visitamos el meliponario, y aprendimos sobre la cría de ramiches (abeja miniatura sin aguijón autóctona de este ecosistema), también fuimos a una plantación de cacao y elaboramos nuestro propio chocolate; visitamos el jardín medicinal e hicimos excursiones nocturnas en búsqueda de animales e insectos. Una experiencia única que recomiendo de principio a fin, tanto para adultos, como para niños.
El chef de Bosque Guardián trabaja con biológos para que su cocina sea sostenible y su menú cambia a diario.
El hotel respeta la selva sobre la que está erigido.
Bosque Guardián Lodge
- https://bosqueguardian.com/
- Km 27.9 carretera Tarapoto - YurimaguasTarapoto - Perú
- T. 934864559@bosqueguardianlodge





