Visitar Barcelona, en mi caso, es siempre algo especial. La ciudad donde estudié, hace ya muchos años, siempre está llena de novedades. Está vez aprovechamos para hacer una reserva en Disfrutar. Hoy en día es uno de los mejores restaurantes del mundo. Tres estrellas Michelin y parte de la lista ¨Best of the Best¨ de los 50 Mejores Restaurantes. Y aunque hemos tenido el placer de probar un poco de su comida en las dos oportunidades que han visitado nuestro país para cocinar con Virgilio Martínez y Pía Leon, siempre habíamos querido ir a conocer su local.
Eduard Xatruch, Oriol Castro y Mateu Casañas fueron en su momento jefes de cocina del mítico restaurante El Bulli de Ferrán Adría. Aquel espacio que marcó un antes y un después en las cocinas de vanguardia del mundo y donde la creatividad siempre fue el ingrediente principal. Así que se imaginan la emoción de visitarlos.
Hace calor, es junio y la calle frente al mercado del Ninot empieza a llenarse de gente. Todos esperamos emocionados, buscando un poco de sombra y aire fresco, frente a la llamativa puerta decorada en los vivos colores de la cerámica mironiana. Falta poco para que Disfrutar abra sus puertas al primer turno del día. Dentro nos reciben Oriol Castro y Eduard Xatruch (Mateu Casaña suele estar en Cadaqués, atendiendo el restaurante que tienen allá, Compartir, y que acaban de abrir también en Barcelona).
recorrido. Luego de un paseo por la planta baja donde conocimos las cocinas de producción y el I+D, procedemos al salón principal donde comienza la experiencia y la cerámica es el hilo conductor que marca el luminoso espacio interior. En la mesa, un papelógrafo nos espera con cincuenta palabras que han servido de inspiración al restaurante para esta comida y que describen su filosofía: nostalgia, minimalismo, excursión, experiencias, historias, esfuerzo, entre otras. Palabras que dan paso a este menú que decidimos acompañar con un Gramona Innoble Cuvee 319 para celebrar, una acertada recomendación del Sommelier de la casa Rodrigo Briseño.
Como yo ya he probado algunos platos, y mi esposo no, en esta oportunidad los cocineros prepararon un menú que combina las dos experiencias del local: los clásicos y el festival.
propuestas. Y así empezamos este viaje por el mundo creativo de estos tres cocineros catalanes, donde encontramos platos fascinantes como el de los diez brotes de plantas frescas. Sin cocinar, sin salsas. Que se come con pinzas, una a una, probando el sabor intenso y la personalidad de cada una de estas hojas del huerto. Algo simple pero complejo en sabor. Sigue su icónico Panchino, pan frito relleno de crema y caviar. Freír un pan sin que el caviar que está en su interior se altere no es sencillo, y muestra la ciencia que estos cocineros desarrollan en el laboratorio que llaman cocina. Luego el pan con merengue de mantequilla, donde se congela mantequilla derretida a un punto exacto de temperatura, y lo acompañan de una lupa para que el comensal pueda ver esta espuma al detalle.
final. Disfrutar no solo es técnica impecable y creatividad, sino mucho juego con las expectativas del comensal y la ilusión. Muchos platos nunca son lo que uno espera, ni por el nombre ni por su apariencia, haciendo de ésta una experiencia divertida. Sigue un huevo de oro que en realidad es un consomé de gambas, una pasta carbonara transparente o un gazpacho presentado en forma de sandwich, donde el pan no es pan y el vinagre tampoco es lo que uno espera. Y así continúa una velada llena de trampantojos, sorpresas y mucha técnica.
“Disfrutar”
Pura técnica y sabor en 18 bocados inolvidables. Platos técnicamente sorprendentes, ejecutados a la perfección, donde el sabor es el hilo conductor y el humor un aliño más.
C. de Villarroel 163 L’Eixample, Barcelona
Reservas: disfrutarbarcelona.com.