La arquitecta de interiores Claudia Weis comparte consejos para equilibrar diseño y vegetación en casa, destacando los beneficios emocionales de contar con zonas verdes.
La arquitecta de interiores Claudia Weis comparte consejos para equilibrar diseño y vegetación en casa, destacando los beneficios emocionales de contar con zonas verdes.

Con la llegada de la primavera, muchos hogares buscan renovarse y recargarse de energía. Una de las tendencias más marcadas es la creación de microespacios verdes, rincones donde las plantas se convierten en protagonistas de la decoración y también en aliadas del bienestar emocional.

La arquitecta de interiores y embajadora de Electrolux, Claudia Weis, explica que la vegetación no solo aporta textura, color y calidez a los ambientes, sino que también genera calma. “Lo importante es darles el lugar que merecen: repisas, muebles altos para enredaderas o floreros divertidos para mesas. Si no dispones de mucho tiempo, boas, lenguas de suegra o suculentas son perfectas; y si puedes dedicarles cuidado, los helechos son ideales para llenar de verde cualquier espacio”, señala.

Entre los principales errores a evitar, Weis recomienda no sobrecargar los ambientes con demasiadas macetas pequeñas, sino variar tamaños y sumar algunas colgantes. También aconseja aprovechar las ventanas para desviar la atención hacia vistas más agradables, atreverse con macetas de colores vibrantes y priorizar siempre la luz indirecta para proteger tanto a las plantas como al diseño del ambiente.

En esta temporada, la especialista propone materiales frescos como lino, madera clara o ratán, junto a paletas claras en un 80% y colores intensos en un 20% para lograr un equilibrio armónico. “Reorganizar, donar lo que no usamos, dar una nueva capa de pintura y sumar un par de macetas de distintos tamaños puede transformar un ambiente en un lugar más cálido y fresco”, añade.

Los beneficios van más allá de la estética. Un estudio realizado en España con 337 participantes demostró que quienes tenían zonas verdes en sus viviendas mostraron menos ansiedad, depresión y estrés, además de mayores niveles de alegría durante el confinamiento por COVID-19.