En la antesala del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copérnicus (CAMS) reportó que el agujero de ozono sobre la Antártida alcanzó 21,08 millones de kilómetros cuadrados en la primera mitad de septiembre.
De acuerdo con el comunicado del programa europeo, la extensión actual es superior a la media histórica para estas fechas, pero se mantiene por debajo del máximo registrado en la primera quincena de septiembre.
El fenómeno, que se presenta anualmente entre agosto y diciembre, apareció antes que en 2024, alcanzando en fechas previas ya los 15 millones de km². Según Copérnicus, este comportamiento “se desvió del patrón de 2023, para ser más comparable con el de 2024 y con la media de 1979-2022”.
Laurence Rouil, directora del CAMS, explicó que “el agujero de ozono de 2025 muestra un patrón altamente variable, lo que subraya la importancia de contar con previsiones y análisis fiables”.
La evolución del agujero depende de factores químicos y de las dinámicas atmosféricas, que influyen tanto en su extensión como en su duración, añadió el reporte.