(Foto: AFP)
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El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, lanzó ayer una advertencia contra el ingreso no autorizado de extranjeros al país. Durante sesión en el Palacio Legislativo, el político chavista afirmó: “Sea quien sea el extranjero que entre a este país sin permiso, entra, pero no sale. Aquí se queda [...] preso o como se quede, pero se queda”.

Sus palabras son un reflejo de la creciente tensión que existe en este momento en suelo llanero, pues buques destructores enviados por Donald Trump avanzan por el Caribe, lo que hace temer una intervención estadounidense que ponga en jaque al régimen de Nicolás Maduro.

La Casa Blanca ratificó el martes su intención de “usar todo su poder” para frenar el “flujo de drogas” hacia territorio norteamericano, un crimen del que acusa a Maduro. Washington sindica al mandatario venezolano de ser el cabecilla del llamado Cartel de los Soles, una organización criminal enquistada tanto en las FF.AA. como en los altos mandos políticos del chavismo.

“Maduro, según la perspectiva de esta administración, no es un presidente legítimo, es un jefe fugitivo de ese cartel que ha sido acusado en EE.UU. de tráfico de drogas hacia este país”, dijo la secretaria de prensa de Trump, Karoline Leavitt, que describió al Gobierno venezolano como un “cartel del narcoterror”.

De acuerdo con información de medios norteamericanos, el Ejecutivo de Trump ha desplegado los buques de guerra USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, así como a unos 4000 infantes de marina o ‘marines’.

El panorama recuerda al de 1989, año en que una intervención militar estadounidense derrocó al dictador panameño Manuel Noriega, acusado de narcotráfico y otros delitos en EE.UU.

Por otro lado, en julio, la Casa Blanca catalogó al Cartel de los Soles como organización terrorista. “Administrado por el dictador Nicolás Maduro, este grupo apoya a terroristas que invaden nuestro país para traficar narcóticos, enriquecerse e infligir violencia contra las comunidades estadounidenses”, indicó la Oficina del Departamento de Estado encargada de Latinoamérica en su cuenta de X.

Para el internacionalista Francisco Belaunde, si bien el despliegue actual no es tan grande como en el caso de Panamá, sí podría ser indicativo de alguna acción sustancial.

“Lo de Noriega involucró casi 30,000 soldados. Acá, aparentemente, habría 4000 ‘marines’, que no alcanzan para una operación tan extensa, pero de todas maneras el despliegue es muy amplio. Entonces, sí parece que no es simplemente una especie de show para amenazar, sino que algo se viene, más aún teniendo en cuenta la orden secreta que reveló el diario New York Times para que los militares participaran en la lucha contra el narcotráfico, considerando a estos grupos como terroristas. Al designar, como hizo Trump, a varios carteles, entre ellos el Cartel de los Soles, como organizaciones terroristas, los militares sí estarían habilitados para poder intervenir”, manifiestó a Correo el especialista.

Respuestas

La acción de EE.UU. ha desatado algunas críticas, sobre todo de Gobiernos de izquierda.

El asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia brasileña, Celso Amorim, manifestó ayer su “preocupación” por “el riesgo” que pudiera implicar esa movilización militar con la excusa del “combate al crimen organizado, que debe ser combatido, pero con la cooperación entre los países y no con intervenciones unilaterales”.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, dijo el martes que “los gringos están en la olla si piensan que invadiendo Venezuela resuelven su problema, [y con eso] meten a Venezuela en el caso de Siria”.

La Habana, por su parte, rechazó el lunes el despliegue de fuerzas militares de EE.UU. en el Caribe y lo adjudicó a la “corrupta agenda” del jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio.

Además, los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), integrada por 10 países (Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía), celebraron este miércoles una reunión virtual extraordinaria.

Fuera de la región, uno de los mayores aliados de Venezuela es Rusia, pero enfrascado en su propia guerra en Ucrania es poco lo que el Kremlin pueda hacer por Caracas.

“Ya se ha visto que [el presidente ruso Vladimir] Putin no acude en ayuda de sus supuestos aliados. Es amigo de Irán, pero no lo apoyó [en el caso de los bombardeos de EE.UU. e Israel a instalaciones nucleares]. También ocurrió con los armenios frente a Azerbaiyán. Supuestamente los armenios forman parte de una alianza militar con Rusia y no hicieron absolutamente nada. Putin no creo que tenga mucho que decir ni hacer”, afirmó Belaunde.

Por lo pronto, Maduro anunció el lunes el despliegue de 4.5 millones de milicianos, componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

Caracas teme una intervención que amenace al régimen de Nicolás Maduro, al cual Washignton acusa de ser líder de la organización de narcotráfico Cartel de los Soles, la cual también ha sido designada como grupo terrorista. Panorama recuerda a la acción para derrocar al dictador panameño Manuel Noriega en 1989

Vínculos

De acuerdo con EE.UU., el Cartel de los Soles tiene nexos con otros grupos criminales como el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa.

Origen y funcionamiento del grupo criminal

El término “Cartel de los Soles” se usó por primera vez en 1993, cuando dos generales de la Guardia Nacional fueron investigados por narcotráfico y otros delitos conexos. En su calidad de comandantes de brigada, cada uno utilizaba un sol como insignia. Según la fundación Insight Crime, “más que una organización jerárquica con Maduro al mando de las operaciones de tráfico de drogas, el Cartel de los Soles se asemeja más a una red de corrupción en el que funcionarios militares y políticos se benefician de los acuerdos establecidos con narcotraficantes”.

Maduro ha optado por movilizar a sus milicias y busca apoyo de aliados regionales.

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