Grupo islamista emitió imágenes de joven visiblemente desnutrido como forma de presión psicológica para que Israel para ataques y permita ingreso de ayuda.
Grupo islamista emitió imágenes de joven visiblemente desnutrido como forma de presión psicológica para que Israel para ataques y permita ingreso de ayuda.

El brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qasam, difundió ayer un nuevo video del rehén israelí Evyatar David, de quien ya publicó imágenes el viernes mostrando su extrema delgadez. En el nuevo video, se le ve con una pala dentro de un túnel en la Franja de Gaza. “Lo que estoy cavando es mi propia tumba. El tiempo se agota”, dice David, de 24 años.

Al final del video, el joven se derrumba sobre la pala y pide una tregua que le permita volver a casa con su familia, tras lo que el grupo islamista muestra el texto: “Solo un acuerdo de alto el fuego puede traerles de vuelta con vida”. En las imágenes, también se ve a David escribir en un calendario, sobre el que después explicará que recoge lo que come diariamente. El joven menciona que intercala lentejas de un día para otro, y entre medias llega a pasar entre una y tres jornadas sin comer, según el video.

El joven se dirige también directamente al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu: “Siento que sido abandonado. Como primer ministro de mi Gobierno tienes que cuidar de mí y de los otros prisioneros”.

Contexto. Hamás suele publicar videos de rehenes, una herramienta de presión psicológica hacia Israel, en momentos críticos de las negociaciones sobre el alto al fuego en Gaza. Actualmente, las conversaciones se encuentran estancadas y el enviado de EE.UU. en Oriente Medio, Steve Witkoff, está en el país para abordar la situación.

Las imágenes se difundieron además en un contexto en el que Gaza sufre una grave crisis por la hambruna provocada por la ofensiva de Israel, que restringe desde hace meses la entrada de alimento.

El jueves por la noche, el grupo extremista Yihad Islámica Palestina publicó otro video del cautivo Rom Braslavski, también visiblemente desnutrido y en el que este no paraba de llorar pidiendo al Gobierno que permita la entrada de alimento.

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