Como comandante general de la Marina de Guerra del Perú, en este 204º aniversario de nuestra institución y el 146º del Combate Naval de Angamos, rendimos homenaje a quienes forjaron nuestra historia y reafirmamos nuestro compromiso con el futuro. La Marina, nacida con la República, ha sido pilar de la soberanía y el desarrollo nacional, defendiendo el territorio y proyectando el Estado desde los mares, ríos y lagos del Perú.
Desde las gestas de la independencia, lideradas por el vicealmirante Martín Jorge Guise, hasta el heroísmo de Miguel Grau en la Guerra del Pacífico, nuestros marinos han demostrado honor, disciplina, lealtad y cohesión.
Nosotros creemos que el legado de Grau, el Caballero de los Mares, trasciende lo militar: su humanidad y coherencia ética son un faro para las nuevas generaciones no sólo de nuestra Institución, sino, también, se proyecta para toda la sociedad. Su ejemplo nos inspira a servir con integridad, defendiendo no solo la soberanía, sino también la cohesión social.
En estos más de dos siglos de existencia, la Marina ha impulsado y contribuido con el desarrollo nacional, desde la fundación de Iquitos mediante buques fluviales hasta la construcción de naves en los astilleros del SIMA, pioneros en Sudamérica, pasando por llevar la presencia del Estado en el Titicaca, el lago navegable más alto del mundo.
A nivel global, venimos ejerciendo una diplomacia naval activa, desde la histórica travesía del bergantín Gamarra a mediados del siglo XIX hasta la última circunnavegación del B.A.P. Unión. Participamos activamente en foros marítimos, así como fortalecemos nuestra peculiaridad de ser un país con presencia en la Antártida gracias al buque oceanográfico polar B.A.P. Carrasco.
En este aniversario, renovamos nuestro compromiso con los valores que nos identifican como una institución de prestigio bien ganado e integrada por peruanos de bien: honor, servicio y lealtad.
La Marina, guiada por el legado de Grau, se proyecta al siglo XXI como una institución moderna, lista para proteger nuestra soberanía, luchar contra los delincuentes terroristas y contribuir con el desarrollo integral de la nación.
Para concluir, me permito recordar esta expresión dada por el entonces teniente primero Ernesto Caballero y Lastres, en el año 1905: “La Marina de Guerra no solo es indispensable como factor importante para el desarrollo del comercio, es también un auxiliar poderoso para el mantenimiento de las buenas relaciones y un signo de progreso al que no es indiferente ninguna nación”.