Guillermo Bermejo, precandidato presidencial de la alianza política de izquierda Venceremos, fue sentenciado a 15 años de prisión, por supuesta afiliación a una organización terrorista porque “habría asistido”, el 2008 y 2009, a campamentos de Sendero Luminoso, afirmaciones no probadas.
El artículo 34 A de la Constitución reformada impide postular a cargos de elección popular con sentencia aún en primera instancia, violando el derecho de presunción de inocencia y la debida defensa accediendo a la doble instancia. Así elimina esta candidatura de izquierda y otros rivales.
Bermejo afirma que asistió a actividades de la Municipalidad de Huanta, con la presencia de fiscales, jueces y grupos musicales, y fue declarado inocente en dos oportunidades anteriores porque la Fiscalía no probó ninguna acusación.
La sentencia del viernes 24 es una persecución política y buscan debilitar a Venceremos, opción de cambio que enfrenta a estas fuerzas ilegítimas y corruptas del Congreso.
“…en ningún lugar del mundo te juzgan tres veces por lo mismo, y más aún cuando han sido dos salas nacionales, especializadas en la materia, las que me han absuelto por unanimidad en dos ocasiones” (Guillermo Bermejo).
Esta condena es parte del intento de controlar el sistema electoral para ganar, con fraude, las elecciones del 2026. No quieren perder el control político como en 2021.
Recordemos a Niemöller: “Primero vinieron por los socialistas y guardé silencio porque no era socialista …. Luego vinieron por mí y, para entonces, ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre”.
Hoy vienen por Guillermo Bermejo, mañana vendrán por cualquiera de nosotros.




