El actual Congreso lleno de gente que aspira a la reelección, está dejando una carga muy pesada al próximo gobierno y a todos los peruanos, al haber aprobado tres veces más leyes con impacto fiscal que los diferentes parlamentos que hemos tenido desde 2006, a pesar que desde el Poder Ejecutivo ha habido mayor preocupación en tener bajo control las cifras macroeconómicas, que de hecho podrían estar mejor si se tiene en cuenta la favorable coyuntura internacional.
Supuestamente el Congreso no tiene iniciativa de gasto, pero en la práctica, el Poder Legislativo actual ha incrementado pensiones a profesores jubilados y a los docentes universitarios; y ha dispuesto el nombramiento de personal CAS con los beneficios que eso implica y de docentes de educación inicial, aparte de otras medidas que nadie sabe con qué plata se van a llevar a la práctica. Y eso que faltan seis meses para las elecciones, por lo que podrían venir más iniciativas de este tipo, destinadas a atraer votos.
Esto ha sido alertado por el Consejo Fiscal que preside el exministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, que ha precisado que desde julio del 2021 hasta la fecha, se han dado 229 leyes con beneficios “impagables”. Casi la mitad de ellas han sido puestas en vigencia “por insistencia”, es decir, que fueron observadas por el Poder Ejecutivo por considerarlas inviables, pero que el Congreso las concretó con una nueva votación en el Pleno. La irresponsabilidad y el populismo son más que evidentes.
Sería un error señalar como responsables de este paquete de leyes sin soporte en las arcas públicas, sólo a las bancadas de izquierda y enemigas del equilibrio fiscal que fueron elegidas originalmente por el partido de Vladimir Cerrón y el de Verónika Mendoza, pues sus representantes no tienen, ni de lejos, mayoría. Acá también tienen mucho que ver los legisladores de “derecha” que en el discurso parecen rechazar la farra y el populismo, pero que a la hora de la hora votan como sus colegas de la otra orilla.
Esta claro que todos quisiéramos que en el Perú existieran pensiones dignas para los adultos mayores, que todos los trabajadores cuenten con CTS, gratificaciones y vacaciones, y que los maestros estatales debidamente evaluados no estén subempleados. Sin embargo, para que eso sea posible hacen falta varios millones de soles (36 mil al año) que no tenemos ni por asomo, salvo que se quiten recursos a diversos sectores como Salud, Educación, Interior u otros. ¿Desvestir a un santo para vestir a otro?




