La Ley Orgánica de Elecciones tiene casi 30 años y regula un país que ya no existe. Hoy seguimos votando con reglas pensadas para los noventa, ignorando los desafíos de un electorado más informado y de un sistema político cada vez más fragmentado.
En mayo de 2025 se han presentado dos proyectos clave en el Congreso de la República. El primero plantea que las encuestas electorales puedan difundirse hasta 24 horas antes de los comicios, en lugar de prohibirse desde el domingo previo.
Este cambio permitiría un voto estratégico mejor informado, reduciendo el desperdicio de sufragios que en 2016 llegó al 8.5% (1 038 052 votos) y en 2021 se duplicó al 17.8% (2 295 264 votos). Así pues, tenemos un incremento significativo de votos que no dieron representación a nadie.
El segundo proyecto sujeto a ser debatido, busca limitar la ley seca solo al horario de votación (8:00 a 17:00). Hoy se extiende desde el sábado en la mañana hasta el lunes, afectando a negocios y sin impedir realmente el consumo. Mientras Ecuador la mantiene por tres días, Chile ya la eliminó en 2024.
Ambas propuestas apuntan a modernizar la normativa, aunque es probable que no rijan para las elecciones de 2026. Lo esencial es que el Congreso abra un debate serio: necesitamos reglas electorales actualizadas que reduzcan la fragmentación y fortalezcan la representación. El Perú del siglo XXI no puede seguir atado a normas del siglo pasado.