Que el prófugo dueño de Perú Libre, Vladimir Cerrón, es un caradura, qué duda cabe. Lo sabe la gran mayoría de peruanos desde que surgió en la región Junín con una gestión desastrosa y manchada de corrupción. Sin embargo, ayer, a través de RPP y desde la clandestinidad, este sujeto ha roto todos los récord de la frescura y la sinvergüencería al admitir que la plancha que él mismo formó con Pedro Castillo y Dina Boluarte en 2021, fue producto de la “improvisación”.
En teoría, los partidos políticos y sus dirigentes son los grandes responsables de los candidatos que reclutan para ser presentados ante los electores, que son los que finalmente deciden con sus votos sin los convierten en autoridades o no. Sin decisión partidaria, no hay postulantes. Por eso, acá tenemos a Cerrón admitiendo ante el país que fue un tremendo irresponsable al incluir a esos dos fiascos para el Perú como han sido Castillo y Boluarte, luego que él quedó inhabilitado para encabezar la plancha.
Por gente como esta, es por la que no se debe votar nunca más. Políticos que actúan con improvisación e irresponsabilidad al momento de armar sus planchas presidenciales, sus listas al Congreso y sus ternas de aspirantes a gobernadores o alcaldes, solo merecen el rechazo ciudadano en las urnas porque le están jugando sucio al país y a los ciudadanos, que finalmente son los que tienen autoridades impresentables, ineptas y ladronas que les meten la mano al bolsillo.
Pero la frescura de Cerrón no acaba ahí, pues ahora este sujeto que desde hace dos años está corrido de la justicia y que por “improvisado” desgració al país con dos presidentes para el olvido como Castillo y Boluarte, se está lanzando nuevamente como candidato presidencial. Sí, el dueño de Perú Libre está prófugo, pero aspira a llegar a Palacio de Gobierno por esos absurdos y esos legalismos que sólo se dan en el Perú, y que al final le terminan estallando en la cara a los ciudadanos.
Ya lo sabe, estimado lector. Cuando piense en por qué el Perú terminó con un presidente golpista, incapaz y corrupto como Castillo; y luego con una señora como Boluarte, célebre por sus cirugías estéticas, sus Rolex y su popularidad por lo suelos, tenga presente que el culpable es Cerrón; y eso que no entro a mencionar a la calidad de la gente que llevó al Congreso, incluyendo a Guillermo Bermejo, María Agüero, Pasión Dávila, Lucinda Vásquez y el hermanísimo Waldemar, entre otros. De verdad, para salir corriendo.




