Quizá no haya medio en el país más crítico que Correo respecto a la gestión de César Acuña como gobernador de La Libertad y líder de Alianza para el Progreso (APP), un partido conocido por ser un gran reclutador de delincuentes y sinvergüenzas que son colocados en cargos públicos a través de elecciones o designaciones a dedo.

Sin embargo, con la misma fuerza con que criticamos, esta vez cuestionamos y lamentamos que el gobernador Acuña haya sido objeto de una agresión mientras realizaba una actividad proselitista en Huancayo, donde le fue lanzado un huevo que le impactó en el pecho. Condenable por donde se mire.

El calor de la crítica y el rechazo democrático a cualquier autoridad, candidato o personaje de la política, no pueden degenerar en agresiones físicas ni el acoso en las calles, pues de ahí a una pedrada o una agresión mayor, hay solo un paso.

No podemos permitir que el proceso electoral en el que ya nos encontramos, se vea ensombrecido por acciones violentas, vengan de donde vengan y vayan hacia quien vayan. Eso es inaceptable en toda democracia y estado de derecho.

La violencia no puede ser una extensión de la política como ya lo hemos visto en los últimos años en Estados Unidos, Ecuador y Colombia, donde ha corrido bala encima de la cabeza de candidatos presidenciales, dos de los cuales fallecieron.

Nuestra solidaridad con el gobernador Acuña.