Lo que se veía venir. Por estos días ya aparecieron nuevamente por el Centro de Lima y en especial en la avenida Abancay –además de otros grupos que se concentran en Arequipa, Cusco y La Libertad–, los mineros informales debidamente organizados que amenazan con mayores protestas si no se amplía por tiempo adicional el nefasto Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), que en teoría debería terminar el último día de este 2025 tras largos años de fracaso y fomento a la extracción al margen de la ley.
Pero el problema no son solo los mineros en las calles, sino los congresistas que ven en ese grupo un importante bolsón de votos que sin duda no van a querer desperdiciar cuando falta tan poco para los comicios que definirán su reelección. Como no podía ser de otra manera, ya han aparecido por allí, mostrando su “buena disposición” al reclamo, legisladores como Jaime Quito y Segundo Quiroz, de esa izquierda que solo se opone a la minería cuando es formal y debidamente supervisada por el Estado.
Una preocupación adicional es que los mineros informales y los legisladores de izquierda posiblemente cuenten con nuevos aliados: los legisladores de bancadas de derecha que en los últimos tiempos han optado por el populismo y la farra fiscal a pesar de que en el discurso afirman que son defensores del capítulo económico de la Constitución de 1993, que pone candados al despilfarro a fin de mantener en orden las cifras macroeconómicas, algo que se ha logrado desde su puesta en vigencia.
De otro lado, sería positivo conocer cuál es la postura del gobierno transitorio del presidente José Jerí. Su antecesora Dina Boluarte ya había marcado el territorio y estaba dispuesta a no continuar con el Reinfo, que en la práctica es un salvoconducto para que los mineros ilegales puedan seguir operando bajo la figura de que están en proceso –eterno– de formalización, por lo que no pueden ser sancionados por el Estado por más que contaminen y exploten trabajadores. Se trata de un limbo perverso.
Depende del Poder Ejecutivo y de la mayoría de este Congreso oponerse a este despropósito que afecta a todos los peruanos, aunque por el lado del Poder Legislativo es complicado que se pongan firmes si sus miembros anteponen sus ansias por la reelección. El Reinfo ha fracasado a lo largo de muchos años, y solo ha servido para que los mineros ilegales hagan lo que quieran con la venia del Estado. Tiene que haber soluciones para los que realmente quieran pasar a la formalidad.




