El pasado 4 de septiembre, el Congreso aprobó una ley que proponía elevar las pensiones alrededor de 150 mil docentes cesantes y jubilados hasta alcanzar una remuneración íntegra mensual equivalente al haber de la primera escala magisterial (S/ 3,300). La medida buscaba saldar una deuda histórica con quienes hoy sobreviven con pensiones que apenas llegan, en promedio, a S/ 800, monto insuficiente para cubrir las necesidades básicas y garantizar una vida digna.

Pese a ello, la expresidenta Dina Boluarte y el Poder Ejecutivo decidieron observar la norma y, lo grave, lo hicieron sin ofrecer una alternativa viable. En lugar de ello, se actuó con indiferencia hacia un sector que dedicó su vida a la educación del país .

Este proyecto de ley fue impulsado en la Comisión de Economía del Congreso por varios parlamentarios, con el apoyo constante del SUTEP y del Movimiento de Maestros Cesantes del Perú (MACEP), a quienes corresponde saludar por su compromiso magisterial

Cabe recordar que en los últimos meses, el Gobierno aprobó —en buena hora— dos reajustes de pensiones aproximadamente entre 220 y mil soles en cada oportunidad para el personal militar y policial en retiro, mediante los Decretos Supremos N.º 004-2025-EF y N.º 147-2025-EF. Estos incrementos son justos, oportunos y merecidos.

Se espera que ahora que tenemos un nuevo presidente y nuevos ministros de Economía y Educación haya coordinación con el Congreso para trabajar y aprobar una Ley que responda a la aspiración genuina de los maestros cesantes y jubilados de tener pensiones dignas. Sugiero a la brevedad a la Comisión de Economía proponer un proyecto de ley al Legislativo para que apruebe un aumento progresivo y factible.