La liberación, liderada por el Sernanp con apoyo de comunidades y aliados, impulsa la recuperación de especies y la educación ambiental en la Amazonía peruana.
La liberación, liderada por el Sernanp con apoyo de comunidades y aliados, impulsa la recuperación de especies y la educación ambiental en la Amazonía peruana.

Un espectáculo natural marcó el fin de semana en la Amazonía peruana: más de 6,500 crías de taricayas (Podocnemis unifilis) retornaron a su hábitat natural en la cuenca del río Callería y zonas comunales del Parque Nacional Sierra del Divisor, en una de las más grandes jornadas de conservación participativa de los últimos años.

El evento fue liderado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, junto al Comité de Gestión del Parque Nacional Sierra del Divisor, la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre del Gobierno Regional de Ucayali, el Instituto Tecnológico Suiza, el Colegio Juan Valer, FRONTERRA, y la ONG Upper Amazon Conservancy.

La actividad combinó ciencia, educación ambiental y compromiso comunitario, con financiamiento de la Declaración Conjunta de Intención (DCI) y ejecución mediante Profonanpe.

Conservar la vida desde las orillas

El programa forma parte del Plan de Manejo para la recuperación de la especie taricaya, que se desarrolla desde julio con la recolección y reanidación de huevos en playas naturales y artificiales, una estrategia clave frente a la extracción ilegal de huevos que amenaza la supervivencia de esta especie emblemática.

Las liberaciones, realizadas entre octubre y noviembre, simbolizan el retorno de la vida a los ríos amazónicos y el compromiso de las comunidades locales con la conservación de su entorno.

En las comunidades de Patria Nueva y Nuevo Saposoa (Ucayali), así como Lobo Santa Rocino, Nuevo Capanahua y Monte Sinaí (Loreto), los pobladores han creado playas artificiales para el repoblamiento, alcanzando más de 2,000 crías liberadas fuera del área protegida.

Educación ambiental que deja huella

Más de 200 estudiantes de colegios locales —como Fray Florecio Pascual, Simón Bolívar, Isaura Casiana Mafalda Gordon, Padre Nicolás Giner, Juan Bautista La Salle y el Instituto Superior Tecnológico Manos Unidos— participaron en talleres de sensibilización ambiental.

“Proteger la fauna silvestre es también proteger nuestro futuro”, fue el mensaje central transmitido a los jóvenes durante las actividades.

Las taricayas son especies indicadoras del estado de salud de los ecosistemas acuáticos. Su monitoreo permite detectar cambios en el hábitat y facilita la toma de decisiones para mantener el equilibrio ecológico en la Amazonía.

Un modelo sostenible de conservación

El Sernanp informó que la continuidad del programa se enmarca en la implementación del Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE) enfocado en biodiversidad, con la colaboración de RESTORE y FRONTERRA.

Esta estrategia refuerza la gestión participativa de las áreas naturales protegidas y consolida a la Amazonía como un territorio donde la conservación, la educación y la comunidad trabajan juntas por un futuro sostenible.