(Foto: Antonio Melgarejo/ @photo.gec)
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El presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, acudió hoy al Congreso junto a los miembros del gabinete ministerial que para exponer la política general de gobierno de José Jerí, y solicitar el voto de confianza al Pleno.

Ernesto Álvarez centró su discurso en la crítica situación de inseguridad, declarando que el Gobierno asume la seguridad ciudadana “como una cuestión de Estado” y prometiendo una lucha frontal contra el crimen organizado.

“El Gobierno asume la seguridad como una cuestión de Estado... El gobierno de transición declara con firmeza y autoridad una lucha frontal contra el crimen organizado. No cesaremos un minuto en combatir a las organizaciones criminales. Ese es el eje central de este gabinete”, aseguró.

Álvarez articuló su gestión en cuatro ejes principales: Transición y estabilidad democrática, impulso a la economía y destrabe de inversiones, reconciliación nacional, y seguridad ciudadana y defensa de la soberanía nacional.

El jefe del gabinete reconoció que su presentación ocurre en un contexto difícil, marcado por la inseguridad y la violencia que afecta la vida diaria de millones de peruanos. “El pueblo exige respuestas, y las exige con razón. Por eso, quiero empezar anunciando, desde este hemiciclo, que el Gobierno asume la seguridad como una cuestión de Estado, porque estamos convencidos de que sin seguridad no hay crecimiento, no hay desarrollo, ni democracia que perdure”, dijo.

El premier enfatizó que el mandato político y moral de este Gobierno es “recuperar en este corto tiempo la autoridad del Estado, restablecer el orden en las calles y garantizar que la ley vuelva a ser la expresión de la justicia y no del miedo”.

Hizo una autocrítica reconociendo que la actual situación de violencia criminal es resultado de “una cadena de errores, omisiones y decisiones equivocadas, cuya responsabilidad no solo ha sido de los gobiernos o de los congresos pasados, sino de la totalidad del Estado”.

Afirmó que las instituciones peruanas “no han sido capaces de garantizar la paz social” y se ven “desbordados por los actos delictivos, la extorsión, el sicariato, la corrupción”.

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