De la sala se le llevó a Martín Vizcarra a exámenes médicos y luego a la sede judicial de La Victoria. Foto: Antonio Melgarejo/ @photo.gec
De la sala se le llevó a Martín Vizcarra a exámenes médicos y luego a la sede judicial de La Victoria. Foto: Antonio Melgarejo/ @photo.gec

Ya es residente del penal de Barbadillo. El emblemático caso Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua culminó ayer, tras un juicio oral de poco más de un año, con una condena de catorce años para el expresidente Martín Vizcarra Su libertar será alcanzada el año 2039.

“Cometió actos ilícitos aprovechando su cargo como presidente regional de Moquegua, condicionando a los postores para otorgarles la buena pro a cambio de dinero”, concluyó ayer el juzgado liderado por la jueza Fernanda Ayasta. Así, lo halló culpable de cohecho pasivo propio.

El escenario, previsible tras la amplia cantidad de testimonios y otros elementos –presentados por el fiscal Germán Juárez–, ya es usado por el exmandatario para impulsar la precandidatura de su hermano, Mario Vizcarra, a la presidencia.

Día negro

Por la noche, el exjefe de Estado fue trasladado de una sede judicial en el distrito de La Victoria, en el que fue sometido a los exámenes médicos, y luego al penal de Barbadillo, en Ate, conocido por albergar a expresidentes con órdenes de reclusión. El reloj registraba las 8:43 p.m.

Horas antes, durante su primer traslado escoltado por agentes policiales, al promediar la 1:30 p.m. de ayer, esbozó más de una sonrisa; no fue así, sin embargo, mientras presenciaba, junto a su abogado Erwin Siccha, la lectura de la sentencia.

Más de una vez se mostró inquieto durante las afirmaciones de la jueza Ayasta Nassif, directora de debates y presidenta del Cuarto Juzgado Penal Colegiado Nacional (Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada).

A lo largo de la audiencia, que inició a las 9:00 a.m., se determinó que tanto en la obra Lomas de Ilo, a cargo de Obrainsa y Astaldi, como en la ampliación del Hospital de Moquegua, ejecutada por ICCGSA e INCOT, “UNOPS tenía como obligación la recomendación de la adjudicación y no la facultad de adjudicar la buena pro”.

Esto supuso un severo golpe para la defensa, que tenía como principal argumento lo contrario. En ese sentido, sostenía que el entonces jefe regional delegó funciones en la gerencia de administración del Gobierno Regional de Moquegua (GORE Moquegua).

Por ello, aseguraba, que “no tenía facultades para condicionar la aprobación de la buena pro de las licitaciones”. Al respecto, la sala fue categórica: “Martín Vizcarra no estuvo ajeno ni distante al proceso de licitación, sino todo lo contrario, se ha probado que estuvo atento al mismo, y cometiendo actos indebidos como condicionar su aprobación”.

En ese sentido, se puntualizó que “estuvo en contacto con los postores vía telefónica antes de otorgarse la buena pro, prácticamente días previos a concretarse la adjudicación que dependía del presidente regional”.

La sentencia

La sala también estableció que los testigos o colaboradores eficaces –Rafael Granados (ICCGSA) y Elard Tejeda (Obrainsa)– no tenían “odio, rencor o enemistad” hacia el acusado, y que las comunicaciones con los citados representantes de las constructoras sí se efectuaron.

Si bien no hay fechas exactas de las visitas de Vizcarra para recibir el dinero, en locaciones como las oficinas de Obrainsa (Lomas de Ilo) y la casa de su hombre de confianza, José Manuel Hernández Calderón (Hospital de Moquegua), testigos como choferes o personal administrativo corroboraron que se apersonó en los meses aledaños al otorgamiento de la buena pro.

La condena reúne seis y ocho años de prisión por cada obra antes mencionada, respectivamente. Vizcarra “condicionó su conducta (…) a cambio de” S/1.3 millones y S/1 millón por cada proyecto, en ese orden.

“El acusado Martín Vizcarra sí solicitó el pago del 2% del monto de S/ 80 981 137.34 por la adjudicación del proyecto (Lomas de Ilo)”, detalló la jueza.

La sentencia, ya apelada por la defensa, también contempla nueva años de inhabilitación para ejercer cargos públicos y el pago de una reparación civil, de forma solidaria –con INCOT, Obrainsa y Astaldi– , de S/2 336 000. Dos jueces votaron a favor de la pena: Fernanda Ayasta y Giovanni Palma.

El magistrado Andy Rodríguez emitió un voto en discordia, pero solo en lo respectivo a la ampliación del Hospital de Moquegua. En dicho apartado, consideró que no se había cumplido el verbo rector de la acusación (condicionamiento).

Impulsa candidatura

Una vez mencionada la pena que se le impondría, aún sin culminar la audiencia y la lectura total de la sentencia, Vizcarra se pronunció vía X. “Me han sentenciado por enfrentar al pacto mafioso”, aseguró.

Líneas más abajo, afirmó que su hermano Mario Vizcarra “continuará esta lucha”. Este último, voceado precandidato del partido Perú Primero, se encontraba en los exteriores de la sede Zavala, rodeado de simpatizantes.

Finalmente, cuando aún no era trasladado a un centro penitenciario, Vizcarra volvió a pedir apoyo electoral para su hermano al publicar un video grabado antes de comparecer ante el Poder Judicial.

Mientras tanto, el fiscal Germán Juárez, quien también consiguió la condena del expresidente Ollanta Humala (lavado de activos), afirmó sentirse “satisfecho por el trabajo realizado”.

En diálogo con el programa Milagros Leiva, lamentó ver a “cuatro expresidentes presos por actos de corrupción”.