Especialistas advierten que síntomas digestivos comunes no deben ignorarse, pues podrían ser indicadores tempranos de cáncer colorrectal, una enfermedad cuya incidencia crece en Perú y el mundo.
Especialistas advierten que síntomas digestivos comunes no deben ignorarse, pues podrían ser indicadores tempranos de cáncer colorrectal, una enfermedad cuya incidencia crece en Perú y el mundo.

El cáncer de colon se ha convertido en una de las neoplasias más frecuentes en el Perú y el mundo, con cifras que continúan en aumento. Sin embargo, sus síntomas iniciales suelen confundirse con molestias digestivas habituales, lo que retrasa el diagnóstico.

El cirujano oncólogo Luis Torres Gil advirtió que la diarrea o el estreñimiento persistentes no deben normalizarse, ya que podrían ser una señal temprana de cáncer colorrectal. “El cáncer colorrectal puede curarse si se detecta a tiempo. El problema es que muchos pacientes llegan cuando la enfermedad ya está avanzada porque normalizaron síntomas que parecían cotidianos”, explicó.

De acuerdo con Globocan 2022, en el Perú se registran cada año 4.600 nuevos casos y más de 2.600 muertes por este tipo de cáncer, que ocupa el cuarto lugar en incidencia y mortalidad. A nivel global, la OMS reporta más de 1,9 millones de diagnósticos anuales y casi un millón de fallecimientos. Lo más preocupante es el incremento de casos en personas menores de 50 años.

Los síntomas de alerta incluyen:

  • Cambios en el ritmo intestinal que duran más de dos semanas (diarrea o estreñimiento sin causa aparente).
  • Presencia de sangre en las heces.
  • Dolor abdominal recurrente o gases persistentes.
  • Sensación de evacuación incompleta.
  • Pérdida de peso inexplicable, anemia y cansancio extremo en fases avanzadas.

La colonoscopía es el examen más eficaz para detectar lesiones precancerosas o tumores incipientes. Según la Sociedad Americana del Cáncer, la tasa de supervivencia a cinco años supera el 90 % si la enfermedad se diagnostica en etapas iniciales.

En el Perú se recomienda iniciar el despistaje a partir de los 50 años, aunque quienes tienen antecedentes familiares deben hacerlo antes. No obstante, guías internacionales ya sugieren realizar pruebas desde los 45 años debido al aumento de casos en adultos jóvenes.

El especialista remarcó que la prevención también depende de los hábitos diarios, como mantener una dieta balanceada, realizar actividad física, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol. “El estreñimiento o la diarrea prolongada no deben atribuirse solo al estrés o a la alimentación. Si después de dos semanas no hay mejoría, lo correcto es acudir al médico. Escuchar a nuestro cuerpo puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una enfermedad avanzada”, concluyó Torres.

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