El estreñimiento infantil es uno de los trastornos más comunes en la niñez y suele generar gran preocupación en los padres. De acuerdo con especialistas de EsSalud, su incidencia alcanza aproximadamente al 50 % de los escolares. Este cuadro se presenta cuando el niño evacúa menos de tres veces por semana o cuando las heces son duras, secas y dolorosas, lo que dificulta la evacuación.
La pediatra Kelly Olivera Safora, de la Clínica Stella Maris, explicó que las principales causas son una dieta baja en fibra, la poca ingesta de líquidos o la falta de actividad física. También puede aparecer en momentos de cambios importantes, como el inicio del colegio o el retiro del pañal, donde algunos pequeños retienen las deposiciones por miedo o ansiedad.
Entre los factores más frecuentes destacan:
- Alimentación inadecuada: consumo de ultraprocesados y bajo aporte de fibra.
- Deshidratación: beber poca agua dificulta la formación de heces blandas.
- Sedentarismo: la falta de movimiento ralentiza el tránsito intestinal.
- Factores emocionales: el estrés y las rutinas cambiantes afectan la regularidad.
Aunque en la mayoría de los casos el estreñimiento se resuelve con cambios de hábitos, existen señales de alerta que requieren atención médica inmediata:
- Dolor abdominal intenso o distensión.
- Presencia de sangre en las heces.
- Persistencia del cuadro durante semanas o empeoramiento.
- Heces muy duras en forma de bolitas.
- Síntomas adicionales como fiebre, vómitos o pérdida de peso.
“El estreñimiento prolongado no debe normalizarse. Aunque muchas veces mejora con ajustes en la dieta y el estilo de vida, en ciertos casos puede estar relacionado con problemas más complejos, como alteraciones anatómicas o enfermedades metabólicas”, advirtió la especialista.