Las celebraciones de diciembre elevan los gastos y las exigencias sociales. La psicóloga Mary Castro advierte que esta presión puede generar ansiedad y endeudamiento.
Las celebraciones de diciembre elevan los gastos y las exigencias sociales. La psicóloga Mary Castro advierte que esta presión puede generar ansiedad y endeudamiento.

El cierre del año trae consigo una serie de compromisos sociales y familiares que, si bien forman parte de las celebraciones tradicionales, también representan una presión financiera considerable. La compra de regalos, los intercambios, las reuniones laborales y la necesidad de cumplir expectativas pueden impactar directamente en el bienestar mental.

La Mag. Mary Castro, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, señala que muchas personas sienten la obligación de entregar obsequios “para no quedar mal” o para asegurarse de que el detalle sea del agrado del otro. Esta sensación de deber puede llevar a gastar más de lo previsto y, en algunos casos, a endeudarse, iniciando el año con mayores cargas económicas y niveles elevados de ansiedad.

Organización financiera para evitar sobreendeudarse

Frente a este panorama, la especialista recomienda la planificación como principal herramienta. Manejar un presupuesto realista, anotarlo en una libreta o documento digital y ordenar los gastos según prioridades personales o familiares facilita mantener el control.

Castro también subraya que no es necesario asistir a todas las reuniones que surgen en estas fechas. Seleccionar aquellas que realmente aportan bienestar ayuda a proteger tanto las finanzas como el equilibrio emocional, reduciendo la sensación de saturación propia de diciembre.

Alternativas para demostrar afecto sin gastos excesivos

Demostrar cariño no siempre requiere compras costosas. Actividades accesibles como compartir un café, ir al cine, hacer un picnic o planificar una experiencia conjunta pueden ser gestos significativos. Además de ser económicas, suelen generar recuerdos más valiosos que los objetos materiales.

Volver al sentido emocional de la Navidad

La psicóloga recuerda que recuperar el verdadero espíritu navideño implica volver a la esencia: compartir tiempo con la familia, conversar con amigos y revivir tradiciones capaces de fortalecer los vínculos.

Evocar cómo se vivían estas fiestas en la infancia —entre juegos con primos, reuniones con abuelos y largas conversaciones familiares— puede ayudar a reenfocar la temporada en lo afectivo antes que en lo material, transformando la Navidad en un espacio de conexión y no de presión.