El sueño en los niños es fundamental para su crecimiento, aprendizaje y desarrollo integral. Sin embargo, diversos factores pueden alterarlo: inmadurez neurológica, malos hábitos de sueño, ansiedad, problemas respiratorios, apnea, o incluso condiciones médicas como asma, alergias o reflujo gastroesofágico, explica la doctora Wendy López, neumóloga pediatra de la Clínica Ricardo Palma.
Síntomas de alerta
Los trastornos del sueño en la infancia pueden manifestarse con ronquidos intensos, pausas al respirar, despertares frecuentes, pesadillas, terrores nocturnos, somnolencia excesiva durante el día, irritabilidad, hiperactividad, problemas de atención en el colegio, dolor de cabeza matutino y cansancio persistente.
“Estas condiciones tienen un gran impacto negativo en la calidad de vida y no deben normalizarse”, enfatiza la especialista.
Trastornos más frecuentes en la infancia
- Insomnio infantil: dificultad para conciliar o mantener el sueño, relacionado con rutinas inadecuadas o ansiedad.
- Apnea obstructiva del sueño: pausas respiratorias durante el descanso, asociadas al crecimiento de adenoides o amígdalas.
- Parasomnias: conductas anormales como sonambulismo, terrores nocturnos o hablar dormido.
- Síndrome de piernas inquietas: necesidad de mover las piernas al acostarse, lo que retrasa el inicio del sueño.
- Narcolepsia: somnolencia diurna excesiva con episodios repentinos de sueño, poco frecuente en niños.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico comienza con una historia clínica detallada y la observación de los padres. En algunos casos, se recomienda la polisomnografía, un estudio especializado que mide la calidad del sueño y detecta alteraciones respiratorias o neurológicas.
El tratamiento depende del origen del trastorno. Puede incluir:
- Rutinas de sueño saludables: horarios regulares, reducción de pantallas antes de dormir y un ambiente adecuado para descansar.
- Tratamiento médico: en casos de apnea, alergias o reflujo.
- Terapias conductuales: útiles para el insomnio y parasomnias.
- Cirugía: en casos de hipertrofia de adenoides o amígdalas.
Riesgos de no tratar los trastornos del sueño
La doctora López advierte que no atender a tiempo estos problemas puede provocar retraso en el crecimiento, dificultades de aprendizaje, cambios de conducta, bajo rendimiento escolar y, en casos de apnea, complicaciones cardiovasculares a largo plazo.
“El sueño infantil no es solo descanso: es salud. Consultar de manera oportuna con un especialista puede marcar la diferencia en la vida del pequeño y de toda la familia”, concluye la experta.
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